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Analistas 04/07/2023

Carmen

Jonathan Malagón
Presidente de Asobancaria
JONATHAN MALAGON

Carmen vive en Jordán Sube, Santander. Es una mujer cabeza de hogar que trabaja por cuenta propia al igual que 38% de los ocupados en Colombia. Carmen tiene una tienda que le permite generar ingresos suficientes para sostener a sus dos hijos. Los distribuidores de alimentos, bebidas y artículos de aseo la conocen por la puntualidad de sus pagos. Además, se mantiene al día con los servicios públicos y su plan de celular. Carmen hace parte de la economía popular.

Quiere hacer crecer su negocio y necesita un crédito para cumplir su sueño. Varios prestamistas informales se lo ofrecen, pero ella conoce las altas tasas a las que le prestan y los violentos métodos de cobranza que usan. Actualmente le prestan a 7.200% efectivo anual. La historia de Carmen se repite para 63,8% de los adultos que carecen de acceso a financiamiento formal y lo necesitan para cumplir sus sueños.

Con la política de datos abiertos del Gobierno nacional estamos cerca de romper algunas barreras que impiden que personas como Carmen accedan al financiamiento formal que impulse su negocio. Los datos abiertos son la solución que permite la inclusión crediticia de la economía popular pues amplía drásticamente el número de personas y empresas de las que tenemos información de una manera más sencilla sobre su ubicación, perfil de ingresos y gastos, y hábitos de pago. En otras palabras, estas personas y negocios ahora van a ser más visibles, por lo que se podrá realizar un perfil de riesgo con información a la que antes no se tenía acceso.

Además, los datos abiertos permiten diseñar más productos financieros que se ajusten a las necesidades de las personas. Con más información se pueden diseñar, por ejemplo, créditos acordes a los ciclos de las cosechas y periodos de pagos de los negocios y, así, hacerles la vida más fácil a los colombianos.
Por cierto, la información no estará limitada para las entidades donde Carmen tenga productos financieros.

Esto, sin duda, permitirá seguir aumentando los niveles de competencia en el sector.

La banca está preparada para aprovechar esta avalancha de información de posibles clientes. En la actualidad 41% de los bancos cuenta con iniciativas de apertura de datos y, en los últimos cinco años, el sector ha invertido más de $1 billón en procesos de innovación y transformación digital de su operación.

Por todo esto, el sector apoya enérgicamente la estrategia de finanzas abiertas presentada por la Superintendencia Financiera, pues es la cuota inicial para la implementación de los datos abiertos en el país.

Eso sí, el éxito de la política de datos abiertos del Plan Nacional de Desarrollo depende de la cooperación de todos los sectores productivos, tanto públicos como privados, así como del gobierno. La adecuada gobernanza de este esquema permitirá sacar el mayor provecho de la información, no solo del sistema financiero, sino también de sectores como el consumo masivo, los servicios públicos y las telecomunicaciones, entre otros.

En este sentido, es imperativo el trabajo articulado entre la Superintendencia Financiera y la Superintendencia de Sociedades, en donde se discuta, junto con los demás gremios del sector productivo, los pasos necesarios para construir de manera integral la Política de Datos Abiertos del país y, con ello, apoyar con financiación formal el crecimiento de negocios como el de Carmen.

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