Estafa intergeneracional

Cada vez se aviva más la discusión global sobre los efectos negativos que los sistemas públicos de pensiones, particularmente los de reparto, tienen y tendrán sobre mi generación. En mi caso, he perdido la cuenta sobre cuántas columnas he escrito sobre pensiones, pero es que lo que está en riesgo es el futuro y vejez de mi generación, y por supuesto, el mío.

En un debate entre líderes políticos de España, una joven -eso sí, algo mayor que yo, que tengo 18- expuso que los sistemas de pensiones son la muestra de la ‘insolidaridad intergeneracional’. Buen título aunque yo prefiero llamarlo ‘estafa intergeneracional’ porque se trata de un engaño, una mentira.

¿Cuál es el engaño? Cuando nos invitan a afiliarnos a Colpensiones, por ejemplo, lo hacen con la promesa futura de que tendremos pensión, así nuestros aportes no se ahorren ni se inviertan. Básicamente la promesa se sustenta en la premisa de que en el futuro habrá suficientes jóvenes para sostener la pirámide (Colpensiones). El problema de este supuesto es que quienes ‘venden’ la promesa, no consideran o no les importa la tendencia mundial de decrecimiento demográfico.

No vayamos muy lejos. Lo que está pasando en Colombia desde 2018 es abrumador; según el Dane, desde ese año los nacimientos vienen en pico de caída, tendencia que se intensifica en 2022, donde la caída es de 7% respecto a 2021. Desde allí, todo ha venido empeorando: en 2023 la disminución fue de 10,1% respecto a 2022. Y ahora en 2024 ¡La caída es de 15,2% respecto a 2023! Es el valor de nacimientos más bajo de la última década para Colombia.

La tasa global de fecundidad, que indica en promedio cuántos hijos hay por cada mujer, sigue estando por debajo de la tasa de reemplazo. Alcanzó un mínimo histórico, llegando a 1,2 hijos en promedio por mujer. Es curioso porque hace algunos años el Dane hacía estudios que indicaban que en 2050 esa sería nuestra tasa de reemplazo, pero la crisis demográfica se adelantó 25 años.

Y como si no fuera suficiente, el total de defunciones es una cifra que tampoco ayuda a sostener al esquema piramidal de Colpensiones. La tasa de mortalidad, que indica cuántas defunciones hay por cada mil habitantes, ha caído desde 2022. Allí se pasó de 7,1 a 5,6, y en 2023 se pasó de 5,6 a 5,1. Aún no hay una cifra oficial de 2024, pero me temo a que la tendencia no cambia.

Ñapa: la esperanza de vida está en aumento. Mientras que en 2022 fue de 73,66 años, en 2023 el promedio fue de 77,23 años.

Es imposible sostener un sistema piramidal de pensiones cuando no hay suficientes jóvenes aportantes, y en cambio, cada vez hay más personas viejas y más longevas. La promesa que nos hacen es una evidente estafa en la que quienes se beneficien lo hacen a costa de condenar a mi generación.

La siguiente semana hablaremos de dos países que nos dejan lecciones: España y China.