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Analistas 04/06/2025

Del motor de búsqueda al motor de respuestas

Hernán David Pérez
Asesor en transformación digital y productividad

Hasta antes del escalamiento masivo de internet, dos de las principales fuentes de acceso al conocimiento eran las Páginas Amarillas y las enciclopedias: las primeras, como canal dominante para la búsqueda de comercios, profesionales y servicios; y las segundas, como fuente de conocimiento estructurado, curado por expertos. Ambas cumplieron durante décadas -e incluso siglos, en el caso de las enciclopedias- el rol de responder a las inquietudes de los usuarios. Sin embargo, no lograron sobrevivir a la disrupción provocada por la dupla de internet y los motores de búsqueda.

En el último año, Google ha logrado recuperar el liderazgo en el desarrollo de inteligencia artificial. En su reciente conferencia para desarrolladores, presentó múltiples innovaciones, algunas de alto impacto mediático. Pero más allá de lo que iluminan los reflectores, lo realmente estratégico es la evolución que está iniciando Google: de ser un motor de búsqueda, a convertirse progresivamente en un motor de respuestas.

Mientras el motor de búsqueda tradicional ofrece un listado de enlaces que el usuario debe explorar y filtrar, el motor de respuestas sintetiza información desde múltiples fuentes y entrega una respuesta directa, acompañada de los enlaces utilizados como referencia. En términos simples, ante una consulta como “¿Cómo preparar una paella?”, el motor de búsqueda entrega enlaces a videos o artículos, mientras que el motor de respuestas ofrece un paso a paso claro y directo, acompañado de una lista con las fuentes de respaldo.

Las implicaciones de esta evolución aún están en desarrollo, pero sin duda, podemos anticipar varios impactos:

• Reducción del tráfico orgánico: Muchos usuarios se van a limitar a acceder a las respuestas sin visitar los sitios web, aumentando la dominancia de los motores de respuestas.

• Conocimiento experto: los motores de respuestas priorizarán contenidos provenientes de sitios con alta autoridad en conocimiento del tema. El contenido, hoy optimizado para indexación, deberá evolucionar hacia un contenido estructurado, semánticamente rico y fácil de interpretar por modelos de lenguaje (LLMs).

• Transformación del negocio publicitario: la puja económica por términos de búsqueda dará paso a la publicidad embebida en respuestas patrocinadas. El reto para los motores de respuestas será encontrar el equilibrio entre monetización y relevancia de la respuesta, asegurando que la inserción de contenidos pagos no comprometa la calidad de la experiencia para el usuario.

• Impacto en el comercio electrónico: los comercios enfrentarán la decisión estratégica de ser meramente una fuente de información de productos para los motores de respuestas de las grandes tecnológicas, o de evolucionar hacia el desarrollo de motores de respuestas especializados en su mercado, que actúen como asistentes personales de compra y brinden una experiencia multimodal, contextualizada y confiable.

A pesar que muchos creen que estamos en la era en la cual los contenidos deben ser desarrollados autónomamente por medio de IA, el contenido genuino, diferenciado y relevante será clave para que las marcas se posicionen como autoridad en su segmento y logren destacarse en esta nueva dinámica de acceso al conocimiento.

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