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Analistas 13/05/2014

Paro “sinvergüenza”

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo
La República Más
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El paro agrario padecido por el país en las últimas dos semanas, solo tiene el propósito de perjudicar la candidatura de Juan Manuel Santos a la Presidencia de la República; por lo tanto, les pueden ofrecer el cielo y seguramente continuarán tratando de paralizar el país hasta el día de las elecciones.

Dignidad Cafetera, movimiento constituido inicialmente por el Polo Democrático y los grandes empresarios del sector, se transformó en Dignidad Agropecuaria, dominado por dirigentes del Polo en las regiones. Fueron a su vez candidatos al Congreso de la República y como era de esperarse, fracasaron. Hoy, descargan la amargura de la derrota en el Gobierno, tratando de obtener concesiones que ni siquiera los productores reclaman.

En el caso de los cafeteros, la situación no puede atravesar por un mejor momento: la cotización del grano en la bolsa de Nueva York por encima de US$2; el precio interno es el doble del registrado en diciembre de 2013 y la producción 30% por encima del año anterior. Y todo esto adicional $1 billón en subsidios directos del Gobierno Nacional. La sumatoria ha producido un incremento en el ingreso como no se había registrado en mucho tiempo.

Los que se dicen voceros, ahora vienen a reclamar refinanciación de sus deudas, para lo cual ya se había fortalecido el mecanismo del Fondo Nacional de Solidaridad Agropecuaria - Fonsa, con el fin de adquirir la cartera a los bancos y refinanciarla a 10 años; sin embargo, continúa el mismo discurso. 

Estos líderes del populismo no saben el mal que le producen a pequeños productores. Se presentan casos en los que el cafetero cuenta con la disponibilidad para abonar a su crédito, fruto de un mayor ingreso y el trabajo juicioso, pero se dejan ilusionar y finalmente, lo que hacen es perjudicarse, al cerrar las puertas a oportunidades de crédito en el futuro. La ley bancaria no puede ser modificada por unos negociadores y menos, la racionalidad de los banqueros que, con el ahorro del público no pueden ir a prestarlo a quien no va a pagar.

El precio de los fertilizantes es otra ilusión que los voceros del paro enarbolan como bandera, sin razones de fondo. La disminución del costo en el mercado nacional, en los últimos dos años es evidente; además el Gobierno eliminó los gravámenes. Insisto en que me parece absurdo ilusionar con compras masivas que no generan descuentos en estos productos, cuando es bien sabido que lo que los encarece es la logística por la atomización de los consumidores. Se puede ayudar con los fletes a los lugares más apartados. Solicitar rebajar los precios por decreto puede llevar a los importadores y productores a dejarlo en el mercado internacional, produciendo una escasez en el país, que sí sería la debacle para los agricultores.

En 2009 diseñamos el “Fertiya”, que consistía en un subsidio de 20% depositado en la cédula cafetera, previa presentación de la factura de compra del fertilizante, así nunca afectamos el mercado.

Las protestas sobre la entrega del PIC, las acalló el presidente Santos directamente en los municipios, comprometiéndose a arreglar el problema, como en efecto sucedió.

Mientras todo esto sucede, lo inexplicable es el silencio cómplice del Gerente de la Federación de Cafeteros, que no ha salido a respaldar públicamente al Gobierno que más le ha aportado a los cafeteros, haciéndoles ver a sus agremiados que la situación actual no amerita una protesta, menos, de la magnitud de las que se han presentado.

Los hechos indican como el Gerente perdió la conducción y orientación de la política cafetera, que corrobora cuando afirma estar esperando lo que propongan las misiones que orientan Juan José Echavarría y José Antonio Ocampo, con expectativa e ilusión, para que señalen los nuevos rumbos de la caficultura y de la agricultura. 

Cuando el líder se sienta a esperar que le den la cartilla sobre lo que tiene que hacer, se convierte en un simple administrador. Corresponde al orientador de una organización, proponer, crear, señalar nuevos rumbos e innovar. Los verdaderos líderes diseñan el futuro, además de administrar el presente.  

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