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Analistas 04/08/2014

Crear un fondo de estabilización

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo
La República Más
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En el plegable “5 Propuestas para lograr la caficultura que soñamos” que la Federación Nacional de Cafeteros está repartiendo para apoyar el proceso electoral, propone la “creación de un Fondo de Estabilización de Precios, en los términos establecidos en la Ley 101/93. Así estaremos menos expuestos a la volatilidad de precios del grano”.

Con asombro se lee esta propuesta, cuando precisamente han sido la Federación desde 1927 y el Fondo Nacional del Café desde 1940, los instrumentos de estabilización de precios por excelencia en Colombia, un ejemplo que la Constitución tomó para crear la Parafiscalidad, y los legisladores para aprobar la ley 101 del 93, que ahora se invoca como solución.

Por lo tanto, con respeto por quien lanza la propuesta de campaña, no se puede volver a crear lo que ya está creado y que ha funcionado por décadas. Sería un paso innecesario tramitarlo por el Congreso de la República, único órgano facultado para autorizar la creación de estos fondos. Además, se correría un riesgo innecesario de modificaciones ajenas al interés gremial, una oportunidad para que el Congreso se entrometa, cuando está vigente el contrato de administración del Fondo Nacional del Café por parte de la Federación, que se firmó por 10 años, hasta 2016.

Hoy la contribución cafetera se destina a fomento, entiéndase: investigación, asistencia técnica, adecuación de la producción, control sanitario, organización de la producción, promoción del consumo, apoyo a la regulación de la oferta y la demanda, y programas económicos, sociales y de infraestructura para beneficio del sector, como lo señala el artículo 31 de la ley.

Lo que la administración está proponiendo veladamente es un aumento de la contribución cafetera, fuente primordial de recursos, cuando los productores ceden parte de su ingreso al fondo de estabilización, en caso de que los precios superen el techo de la banda establecida y de esta manera, ser compensados cuando esté por debajo del piso de la franja. 

En mi escrito anterior sugerí que la forma de acumular dinero en la cuenta de estabilización del Fondo Nacional del Café, puede encontrarse internamente, al destinar para este propósito las reservas de la venta de la Agrícola de Seguros, la posible futura venta de Buencafé a los cafeteros, y de la venta del mayor inventario de bodegas que existe en Colombia, propiedad del gremio. Mi cálculo fue de aproximadamente $1 billón que se pueden obtener en estas negociaciones. La ley señala como fuentes de la cuenta de estabilización, además de las cesiones del productor, están las sumas que destine el fondo parafiscal y las apropiadas por el presupuesto nacional.

Se deriva entonces de esa propuesta, que se debe tramitar ante el Congreso de la República un aumento de la contribución, para que se convierta en un hecho real. Puede ser, como la que estaba sobre la mesa en 2010, de convertir la contribución actual de US$0,06 a un porcentaje, en donde se determine que los recursos a partir de un precio se destinarán al fondo de estabilización. Por ejemplo, 4% hoy, equivale a esos seis centavos, con un precio de US$1,50 y, por encima de ese valor, todo lo recaudado se aportaría a la cuenta de estabilización.

Desde luego, cuando los recursos sean propios, los líderes tratarán de ser más juiciosos en la determinación de los disparadores del subsidio. Seguramente en ese momento, conociendo las limitaciones presupuestales puede haber más sensatez, sin jugar a la reelección del Presidente.

No obstante el gobierno puede aportar también unos recursos, por ejemplo en un esquema tripartito, en el que por cada peso que aporten los cafeteros, y por cada peso que aporte el Fondo Nacional del Café con realización de activos, el presupuesto nacional ponga un peso. De esta manera rápidamente se acumula una suma que permita afrontar un ciclo de precios bajo.

La propuesta que hace la administración en el plegable para motivar a los cafeteros a elegir sus representantes, votando el 6 y 7 de septiembre, es de admirar. Sería una muestra de madurez y seriedad de los productores elegir a quienes defiendan el aumento de la contribución.

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