.
Analistas 08/02/2025

“Presidente, póngame un poquito de atención”

Giovanni Franco Sepúlveda
Ph.D. Profesor Universidad Nacional de Colombia

Resulta difícil escribir sobre cualquier tema que no sea la reciente transmisión en vivo del Consejo de Ministros, presidido por el Presidente de la República. A pesar de la diversidad de asuntos que podrían abordarse, centraré mi análisis en tres ministerios que considero cruciales para el futuro del país: Ciencias, Minas y Energía, y Educación.

Empezando por Ciencias, es innegable que Colombia, a pesar de pertenecer a la Ocde, se encuentra lejos de alcanzar el promedio de inversión en ciencia y tecnología que caracteriza a los países miembros. Esta inversión es vital para impulsar investigaciones de vanguardia y fomentar innovaciones que permitan a Colombia avanzar en diversos campos del conocimiento y sobresalir a nivel global.

Sin embargo, durante el presente gobierno, los presupuestos anuales destinados a investigación e innovación han experimentado una preocupante disminución. Da la impresión de que a la Ministra a cargo de esta cartera no le inquieta el futuro cercano del sistema nacional de investigación, tecnología e innovación.

En cuanto a Minas y Energía, la situación no es menos alarmante. La transición energética, la reducción de programas de exploración de hidrocarburos y gas, la marginación de la extracción de carbón térmico, los elevados niveles de informalidad en la extracción de oro y materiales de construcción, la incertidumbre en torno a la nueva ley minera y la posible venta de activos estratégicos de Ecopetrol, han provocado un significativo estancamiento en este sector. Las decisiones tomadas en esta cartera ministerial parecen estar más enfocadas en detener el progreso que en impulsarlo hacia adelante.

La cartera de Educación, que ha recibido el presupuesto más abultado en este gobierno, avanza con más dudas que certezas. Tras la pandemia, la disminución en las matrículas universitarias ha alcanzado niveles sin precedentes, tanto en Colombia como en el resto del mundo. En lugar de priorizar la construcción de nuevas universidades en las zonas rurales, la meta debería ser ampliar la cobertura de las instituciones existentes, creando las condiciones necesarias para que la educación híbrida llegue a todos los rincones del país.

Es fundamental mejorar las condiciones tanto para estudiantes como para profesores, y trabajar de manera coordinada con los ministerios de Ciencia y Tecnología, TIC, Minas y Energía, entre otros, para avanzar hacia los indicadores de los países de la Ocde. No obstante, esta cartera ministerial está dejando escapar una oportunidad histórica para transformar la educación en Colombia. A esto se suma la incapacidad para resolver los problemas de desfinanciamiento de la educación superior, una tarea que recaerá en el próximo presidente, quien, con voluntad política, podrá modificar los artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992.

Resulta desalentador observar cómo, en lugar de abordar los problemas fundamentales que aquejan a Colombia en estas tres carteras, o de enfocarse en soluciones para los desafíos estratégicos del país, se invierte tiempo y esfuerzo en asuntos que no preocupan a la mayoría de los colombianos convirtiendo un espacio tan importante en una especie de serie de TV en streaming.

En conclusión, como bien expresó el Ministro de Educación, la gran mayoría de los colombianos podemos decir: Presidente, póngame un poquito de atención. Es hora de que el gobierno central escuche las necesidades reales del país y oriente sus esfuerzos hacia la construcción de un futuro más próspero y equitativo para todos.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA