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Analistas 03/02/2022

Hacia un nuevo consenso mundial

Germán Bolívar-Blanco
Analista y consultor

Al denominado Consenso de Washington le llegó la hora final pese a que sus derroteros están plenamente vigentes en casi toda América Latina, visibles aún entre los denominados mandatos progresistas, donde Colombia no ha sido la excepción, porque las reformas de Samper y Santos hicieron gala de aplicación neoliberal, tendencia tácita y sutilmente mantenida en la actualidad.

Al respecto, Mariana Mazzucato en su libro, “Misión economía: una guía para cambiar el capitalismo” (mayo 2021), reafirma la tesis sobre la responsabili- dad del sector público al liderar el desempeño económico, junto a la crítica sobre la disfuncionalidad del capitalismo actual que alimenta la crisis climática y está fundamentada en cuatro propulsores descritos a continuación.

Primero, el cortoplacismo del sector financiero; segundo, la forma como se financian los negocios y el valor; tercero, la dependencia de los combustibles fósiles, todos ellos sumados a gobiernos lentos y ausentes, cuarto determinante, de todos tal vez el más neurálgico.

Para ella la solución está en una nueva narrativa para la economía política, que utilice la idea del fin público como guía política y empresarial, por lo cual desarrolla seis principios basada en la misión Apolo a la luna: visión fuerte con sentido de propósito, toma de riesgos e innovación, dinamismo organizacional, colaboración intersectorial, presupuestos a largo plazo basados en resultados, y asociaciones público-privadas dinámicas.

Lo que complementó con su artículo publicado por Project Syndicate “Un Nuevo Consenso Económico Mundial” (13.10.21), en el cual menciona que el Grupo de Expertos del G7 sobre Resiliencia Económica, donde ella representa a Italia, “exige una relación radicalmente distinta entre los sectores público y privado para crear una economía sostenible, equitativa y resiliente”.

Resalta que, “la manera de «superar los grandes desafíos actuales» -entre ellos, la pandemia, el cambio climático, la creciente desigualdad y la fragilidad económica- debe evitar caer nuevamente en los supuestos desactualizados que nos condujeron al desastre actual. Así la alternativa es el «Consenso de Cornwall», recientemente propuesto. Mientras que el consenso de Washington minimizó el papel del Estado en la economía y presionó a favor de una agresiva agenda de libre mercado, desregulación, privatización y liberalización comercial; el Consenso de Cornwall, que refleja los compromisos expresados en la cumbre del G7 en Cornwall en junio de 2020, invertiría esos mandatos, donde la revitalización del papel económico del Estado permitiría dedicarnos a implementar metas sociales, crear solidaridad a escala internacional y reformar la gobernanza mundial en procura del bien común.”

Será entonces vital que el Consenso de Cornwall cobre la debida relevancia con un enfoque virtuoso de intervención estatal al solucionar los más apremiantes problemas económicos y sociales; por lo pronto trabajemos para aportar a ello.

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