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El gobierno Petro llegó por razones ideológicas a destruir un sistema de salud que nunca entendió y se está quedando con todo el descrédito, los muertos y las fallas de atención. Un grupo de EPS no intervenidas están siendo viables, dando resultados positivos y mostrando al gobierno que el modelo de aseguramiento opera. Es un buen caso de inteligencia adaptativa de sistema abierto que permitió asimilar las reglas del juego sucio que impuso el gobierno con el insuficiente ajuste de la UPC.
Salud Total, Cajacopi y Salud Mia han logrado asimilar el cálculo deficitario de la UPC y se han mantenido con resultados positivos al cierre de los años 2023 y 2024 y del primer trimestre de 2025. En 2023 estas sobrevivientes totalizaron 182.000 millones de resultados positivos, mientras que el resto de EPS perdió $7,4 billones, que son deudas que nunca pagarán a las IPS. Sura es una historia mejor, dio pérdidas en 2023 por $374.000 millones y vio desaparecer su patrimonio. Estabilizó su operación en 2024 y en el primer trimestre de 2025 registró resultados positivos.
En 2024 el saldo de las EPS con resultados positivos sumó $216.000 millones. El saldo de la EPS en negativo suma $10,9 billones de pérdidas que nuevamente serán cuentas por cobrar que las IPS y proveedores de medicamentos no recibirán. Para el primer trimestre de este año, las pérdidas son de $11,6 billones. Todos estos datos son tomados de los estados financieros publicados por la Superintendencia.
La UPC actúa como una restricción presupuestal. Cuando una entidad “responsable y bien manejada” sabe que sus ingresos serán menores en los siguientes periodos, hará las gestiones requeridas para ajustar sus costos a los ingresos proyectados. Las buenas EPS, con buenas redes de atención, que a su vez entienden el enorme problema que tienen que enfrentar, se ajustan, congelan tarifas, no suben salarios, ajustan precios con proveedores.
La otra agenda de intervención del gobierno es la destrucción de las EPS intervenidas. Estas acumulan pérdidas, quejas por mal servicio, y muertes. Con la agravante que están atendiendo a 37 millones de colombianos y que de sus pagos, depende 70% de la capacidad de atención en salud, víctimas todos de Petro, sus ministros y superintendentes de salud, cuyo proceder es poco menos que criminal.
Ahora, las IPS lo que están haciendo es suspender servicios a las malas EPS y reduciendo su capacidad de atención, ajustándolas a los servicios que prestan a las buenas EPS, tendrán que hacer cada una de ellas su ejercicio de viabilidad y solvencia una vez que tengan que provisionar por lo menos $18 billones de cuentas por cobrar.
En resumen: ¿Cómo destruyó este Gobierno el sistema de Salud? No ajusto la UPC y opera deliberadamente mal las EPS intervenidas. ¿Qué han hecho las buenas EPS? Han ajustado sus costos a una UPC deficitaria. ¿Cómo? Toda su red de atención ha asumido el ajuste ¿Quiénes reciben menos? Todos los trabajadores del sector salud. Conclusión: La intervención de Petro en salud ha hecho daño en la atención de toda la población y ha reducido el ingreso de los trabajadores de la salud.
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