Construyendo país. Régimen laboral

A las dos transformaciones prioritarias: la transformación del Estado y su estructura fiscal, y el Marco para la Transformación Empresarial; deberán desarrollarse el conjunto de reformas que habiliten una profunda evolución de nuestra sociedad.

Una necesidad urgente es la transformación del régimen laboral. Los altos niveles de informalidad, los bajos niveles de aporte a la seguridad social, y el creciente deterioro de la calidad del empleo que revelan las cifras de afiliación al sistema de salud, evidencia que nos encontramos en una falla sistémica que no estamos reconociendo. Los indicadores mencionados se verán severamente afectados por la reforma laboral que pretende hacer el actual Gobierno y agravan los problemas de inflexibilidad en el empleo.

La informalidad laboral se refiere a situaciones en las que los trabajadores no están cubiertos por contratos formales, beneficios sociales y protecciones laborales. Uno de los comparativos claves para el análisis son los estudios sobre el empleo y las condiciones laborales en sus países miembros realizados por la Ocde. Las diferencias están asociadas a factores como: la estructura del mercado laboral, las políticas gubernamentales, la legislación laboral y la estructura y la cultura empresarial.

Estados Unidos tiene la tasa de informalidad laboral más baja entre los países miembros de la Ocde, con solo 6,3% de empleo informal, seguido de cerca por Noruega con 6,5% y Dinamarca con 8,5%. El informe de la Ocde sobre la informalidad en América Latina y el Caribe señala que la informalidad ha sido uno de los retos más importantes y persistentes en las economías latinoamericanas durante décadas. La incidencia de la informalidad va desde 30% en Chile o Uruguay y más de 70% en países como Bolivia, Honduras, Nicaragua y Perú. Señala que la alta informalidad afecta negativamente el bienestar de los latinoamericanos e impide el crecimiento incluyente, aumenta las vulnerabilidades y ha impedido la consolidación de la clase media en América Latina.

Una perspectiva necesaria es el abordaje del problema desde el análisis de la sociedad como sistema sociotécnico. Un determinante del sistema son las actividades económicas que este ha logrado aprender e implementar en empresas competitivas a nivel global. El balance sistémico a su vez implica unas capacidades y una ética del trabajo. Como señalan en Levi y otros, el régimen laboral y de seguridad social se ha convertido en un freno para la transformación productiva incluyente en la región.

Los análisis comparativos serán claves para diseñar la reforma al régimen. A manera de ejemplo, Dinamarca tiene tasas de informalidad y desempleo muy bajas y salarios altos. España lo contrario. Dinamarca implementó un régimen laboral que denomina “Flexiseguridad”, enfocado en la eficiencia, la productividad y un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal. El despido es libre y las indemnizaciones moderadas. Los trabajadores deben tener sus seguros de desempleo y de seguridad social. Es una sociedad construida desde la ética del trabajo y de las responsabilidades de los individuos.

Los niveles de informalidad en el país nos indican que tenemos una falla sistémica profunda en la sociedad. Transformar el régimen laboral en el país es un imperativo si queremos construir las bases sobre las cuales podamos construir una sociedad incluyente y próspera.