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Analistas 07/04/2020

Después del Covid-19 en China

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

No habrá después del Covid-19, sino que la vida continuará con el coronavirus aun más allá del hallazgo de una vacuna. El control no significa la erradicación, sino una nueva circunstancia en el trasiego de esta tragedia. Bien retrata este hecho un artículo en La República del periodista Luis Carlos Vélez, que pone de presente los aspectos más relevantes para avanzar en la ruta del Covid-19.

El autor insiste en lo que se ha dicho hasta la saciedad y que en Colombia no lo hemos logrado y es que sin pruebas masivas estaremos combatiendo la enfermedad a ciegas. El otro tema en el que se ha insistido es el aislamiento social, y valga añadir, inteligente.

Si mantenemos a la población del país en cuarentena permanente llegará un momento en que no se registren nuevos casos, pero igualmente habrá, en un país pobre, grandes pérdidas sociales iguales o mayores a la epidemia. Como afirma el informe de la revista Semana, el país se enfrenta a tres fuerzas: la pandemia, la economía y el descontento social.

Es relevante registrar cómo China ha venido haciendo una transición en su economía, en su sociedad y en su tecnología para convivir con el Covid-19. En primera instancia, el comercio minorista en línea logró convertirse en el canal preferencial al punto que en la post pandemia 89% de los chinos realizó compras en línea al menos dos veces por semana, y las industrias que venden en línea transformaron sus cadenas productivas hacia la producción de electrodomésticos pequeños, artículos de cocina y artículos deportivos cuyas ventas han tenido gran auge en la nueva realidad. Todo con el uso de celular.

Pero las ventas en línea van más allá del anuncio del producto, hay livestreaming, tiendas virtuales por las cuales se pasean los compradores, ofrecimiento de entrega garantizando mínimo contacto y desinfección total, vendedores que antes trabajaban en las tiendas, vendiendo desde sus celulares. Es decir, toda una revolución empresarial que se ha consolidado en estos meses.

Así como el avance digital de China ha facilitado esta revolución comercial que le ha dado oxígeno a la economía, el avance en Inteligencia Artificial y Big Data le ha permitido ir integrando a los trabajadores a sus actividades económicas.

Con pruebas generalizadas y georreferenciación se sabe quiénes son portadores y con quiénes interactúan. Cada ciudadano porta un código QR (en el celular) que registra cuando entra a los sistemas de transporte masivo o sitios donde concurre mucha gente, lo que permite identificar en caso de un nuevo infectado exactamente con quiénes estaban y focalizar esfuerzos.

Existen códigos verdes para quienes pueden circular libremente, amarillos para quienes deben guardar cuarentena de siete días y rojos para los que deben guardar cuarentena de 15 días. Se suma a este esfuerzo el uso de reconocimiento facial y corporal, ya que existe la limitación en el facial por uso obligatorio de máscaras, y mecanismos para medir temperaturas lo que nuevamente permite concentrarse en lo específico.

Lo que demuestra China, y que presentó brillantemente Camila Algeciras en un Webinar de la Cámara Colombo-China, es que es el momento del salto tecnológico y en Colombia, con nuevo Ministerio de las Tecnologías y prioridad a la Economía Naranja, los esfuerzos para la nueva realidad deben centrarse en esta línea; Creación, adaptación y transferencia de tecnologías para convivir con el coronavirus sin destruir la economía.

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