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Analistas 27/04/2024

Diciendo, escribiendo y haciendo

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

En más de una ocasión los gurús del mercadeo han respondido a lo que se debe hacer como base estratégica del marketing para lograr éxitos y sostenibilidad, como si existiera una única respuesta a tal inquietud. Sin embargo, ellos y otros han respondido siempre con la sabiduría que han demostrado: “cumpla siempre lo que promete y facilite las cosas”.

Cuando se observan los muy complicados planes de mercadeo de muchas organizaciones que los tienen, que además de ser elaborados con exceso de rigor académico, que no es lo indicado ni aconsejable, se puede concluir que una de las causas por las cuales la mayoría no son efectivos es debido al exceso de análisis (matriz Dofa y sus cruces complicados e inoficiosos que nadie entiende), la gran cantidad de objetivos y la multiplicidad de dizque estrategias que hacen casi que imposible que se den las cosas, y menos que lo que se escribe y dice se haga, o sea que se incumple lo que se promete. Es mucho más práctico y mejor pocos objetivos, una estrategia general y acciones sencillas, para todos, pero realizables, y cumplir lo que se ha prometido al mercado.

En casi todos esos planes se expresa que lo importante y principal es el cliente (sin tener en cuenta al interno que no aparece por parte alguna), pero al analizar las promesas, muchas de ellas impresas, y las que se dicen de palabra, puede apreciarse con mucha claridad, y casi que generalidad, que los errores causantes de los disgustos e inestabilidad de los mercados tienen su origen en el incumplimiento de lo que se ha escrito o dicho, además de la complejidad y tramitomanía exagerada de muchos de los procesos.

Y si se da una mirada a las misiones y visiones (casi todas similares y generosamente decorativas), podrá darse cuenta de que es notorio el hecho del incumplimiento. Si se extiende el escenario hacia las comunicaciones, como las publicitarias, de promociones de venta, eslóganes, etc., podrá verse otro tanto de lo que no hace otra cosa que causar disgusto entre los clientes y prospectos.

Facilitar las cosas no significa descuidar ni dejar de controlar, evitando lo que se llamó “burocracia mercadológica” para lograr una adecuada y fuerte fidelización, que tanto se busca en situaciones y circunstancias como las actuales. Comunicaciones asertivas y acciones que respalden y sean fiel reflejo de lo que se dice es lo que se requiere.

El actual desgobierno es un ejemplo claro. Mucha falta de claridad y cumplimiento que han sido común denominador desde cuando comenzó, han hecho que lo que se concluye en las encuestas y sondeos de opinión sea lo que se vive, porque lo que es para mercadeo en general es totalmente aplicable al marketing político y a todos los enfoques.

Además, ¿no será acaso que se está fallando desde el interior de las organizaciones y sufriendo las consecuencias de la desconfianza y el descontento existente entre las partes, es decir entre patronos, empleados, proveedores y clientes? Entonces, también es problema de selección de personal, además de la segmentación de los mercados.

Podrían citarse muchos ejemplos de incumplimiento de lo que se escribe y dice y no se hace, y para lograr el éxito y la sostenibilidad de los mercados, es necesario entender que hay que decir, escribir y hacer, siempre cumpliendo.

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