.
Analistas 02/06/2018

Desventajas de los planes

Carlos Fernando Villa Gómez
Consultor de Mercadeo

Siempre se ha dicho que se debe tener un plan de negocios y otro de marketing y mucho se ha escrito sobre cómo elaborarlos, implementarlos, cómo deben controlarse y cuándo modificarse y más. También se ha discutido sobre el deber ser o no de los llamados estratégicos, y sobre ello la academia está llena de tratados, análisis, tesis y lo que se quiera, sin que se pueda llegar a afirmar que se ha dicho la última palabra.

Desde hace unos años no pocos han hablado sobre la inutilidad de la planeación indicando que la manera como se estaba (y está) desarrollando ese proceso, dada la constante y cada vez más rápida actividad del cambio en campos como la tecnología y los comportamientos de los mercados principalmente, hacían que lo que se pensaba hacer tuviera que modificarse casi que sin empezar a ejecutarse, por lo que las modificaciones a lo planeado se hacían casi que a todo lo que había requerido tiempo, inversión no recuperable y otros aspectos. Hace unas semanas se lanzó al mercado el libro ‘Burn the business plan: What Great Entrepreneurs Really Do’, escrito por el profesor de la universidad de Syracuse, Carl J. Schramm, con planteamientos similares a los que en 2003 había comentado el afamado escritor y periodista David E. Gumpert en el libro ‘Burn Your Business Plan! What Investors Really

Want from Entrepreneurs’ ambos indicando que pueden ser contraproducentes, sobre todo para los que comienzan a incursionar en el mundo empresarial tratando de convertirse en verdaderos emprendedores o empresarios, y después de casos analizados como los de Bill Gates y Michael Dell, entre otros.

Algunas de las razones que compartimos de lo expuesto por ellos y otros autores, quienes han criticado la forma como se elaboran esos planes, son las siguientes:

Un plan de negocios y de mercadeo requiere tiempo de investigación, análisis, discusión, redacción y corrección que se toman varias semanas, en el mejor de los casos, haciendo que las directivas se distraigan del día a día, y en las circunstancias actuales de los mercados hay que estar alerta por la competencia tan fuerte y global que se observa, lo que puede ocasionar la pérdida de las oportunidades que cada día se presentan en un mundo que cambia a velocidad insospechada.

Dado que la mayoría de los planes se trabajan con base en un futuro desconocido e incierto, es decir, sobre la base de supuestos y proyecciones que nadie puede garantizar, no parece tener sentido planificar para más de dos años, sobre todo a sabiendas de que se necesitará modificar mucho de lo que se está planeando. El futuro es incierto.

En vista de que se trabaja de manera interdisciplinaria, por ser necesaria la participación de todas las áreas de la organización, la discusión y el tiempo que se toma para el análisis ofrece posibilidades a la competencia, y contratar expertos para los análisis necesarios resulta, generalmente, costoso y demorado. Además, la gran cantidad de modelos que existen y que cada disciplina tiene, hacen más polémico y demorado el proceso.

Hay modelos simples, sencillos que quien ha tenido experiencia puede trabajar para elaborar un programa de trabajo adecuado.

Como dicen los autores mencionados, los planes deben ser elaborados por personas que tienen la preparación académica adecuada y cuentan con experiencia de trabajo que les permite conocer las bases sólidas y reales de la planeación; además, simples y posibles.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA