De crisis en crisis

Sin pretender ni desear ser ave de mal agüero, podría decirse que lo que se viene durante este naciente año puede ser más crisis, por razones como el desconcierto y el desgobierno que se tiene en el país. Pero que como siempre ocurre, son oportunidades para corregir los rumbos y evitar situaciones lamentables más tarde, si se actúa como debe ser y con rapidez.
Es apenas lógico pensar que cuando se vive en medio del desconcierto, la desconfianza, el desgobierno y el despilfarro como comienza este año, no se puede actuar con la tranquilidad que se requiere para tomar las medidas adecuadas y favorecer el mejoramiento del nivel de vida de la sociedad.

La falta de liderazgo positivo del actual gobierno, lo que muestran las cifras o indicadores y la pasmosa pasividad de los gremios y de quienes tienen poder de acción para que las circunstancias mejoren, no dejan vislumbrar otro vaticinio diferente a que se continuará de crisis en crisis, sin posibilidad de estabilizar un crecimiento económico sostenible, y menos un camino hacia el desarrollo como pretende el marketing. Cada día se pierde más nivel de competitividad.
Superadas las situaciones complicadas, tanto financieras como mercadológicas que se tuvieron durante la pandemia, desde el inicio del llamado dizque gobierno del cambio es notorio el desequilibrio y la desigualdad de condiciones para competir nacional e internacionalmente.
La ausencia de verdadero mercadeo en las organizaciones del sector público, y en campos como el religioso, el deportivo, el cultural, el social entre otros, sumada a la deficiente utilización de las herramientas del mismo en buena parte del sector privado, no hará posible que se presenten los comportamientos sostenibles que se pretenden.

La miopía de mercadeo, que ya es casi que una ceguera, y la creencia errada de que el marketing es una actividad para generar ventas en lugar de ser lo que debe ser, una actividad para formar y mantener los mercados, si no se corrige generará una desinformación y malformación de éstos, lo cual, a su vez, hará que la crisis sea mayor favoreciendo una grave distorsión de los mercados, haciendo que las circunstancias difíciles que se han vivido durante años, sean otra vez una realidad.

Si no se trabaja un verdadero y efectivo mercadeo y no se sabe “platanizar” lo que los “sabios” dicen, muy pronto estaremos viviendo una nueva crisis, como para continuar diciendo que este país es tan bueno que no lo tumba ni desbarata nadie, y que nadie lo puede gobernar.
Es que la situación colombiana no es normal como la quieren hacer ver algunos, ni es la que ni los académicos ni los prácticos o pragmáticos tienen en cuenta en los procesos y en las decisiones.

Nuestras circunstancias exigen, además de los “análisis normales” que tanto se dan en los textos, seminarios, conferencias, etc., análisis complementarios considerando la realidad colombiana, influenciada por un gobierno que no sabe gobernar y que día a día pierde apoyo y credibilidad, por economías subterráneas y comportamientos anormales, entre otros.
El marketing es una ciencia lógica social, y como Drucker dijo, es lo que toda organización tiene como función principal. No es la panacea ni la tabla de salvación, pero si es la actividad protagonista del desarrollo en merados libres.