.
Analistas 12/10/2019

La feria de los TES

Amylkar D. Acosta M.
Docente de la Universidad Externado de Colombia

A través del artículo 79 del Plan Nacional de Desarrollo el Congreso le firmó un cheque en blanco al ministro de Hacienda y este ni corto ni perezoso lo está utilizando emitiendo TES a tutiplén y esa, como dijo el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla “es otra gran fuente de financiamiento de los $271 billones” en que se aforó el Presupuesto de 2020.

La primera deuda pendiente que se saldó, pagándola con TES, fue la que se tenía contraída con el patrimonio autónomo de remanentes de la liquidada Caprecom, por valor de $514.000 millones. Lo propio se hizo con la abultada deuda contraída por el Estado con la red hospitalaria, en aras “sincerar las deudas”, como lo manifestó el presidente Iván Duque, con base en el Acuerdo de Punto final contemplado en el PND, se autorizó por parte del Confis emitir TES por valor de $6.7 billones para sanear la deuda con el Sistema General de Seguridad Social en Salud, la mayoría atribuida a la formulación de medicamentos o procedimientos que están por fuera del Plan de Beneficios en Salud.

También se tiene previsto pagar con TES lo adeudado al magisterio de Colombia por concepto de mora, debido al no pago oportuno de las cesantías de los maestros causadas a diciembre de 2019, por valor de $1,1 billones. Se procederá por parte del Ministerio de Hacienda a emitir los TES por ese valor, los cuales se le entregarán a la Fiduprevisora, entidad fiduciaria que administra el Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio. Según el Decreto que para el efecto expidió el Ministerio de Hacienda este procedimiento no conlleva “operación presupuestal alguna y sólo debe presupuestarse para efectos del pago de intereses y la redención de los títulos” a su vencimiento.

También se tiene previsto recurrir a este mismo expediente para pagar entre $2 billones y $2,5 billones para saldar la deuda de la Nación con las universidades públicas “con el fin de sanear los pasivos correspondientes a cesantías de las universidades estatales”. Según ha trascendido, algo similar se tiene previsto para cubrir los bonos pensionales, cuyo pasivo asciende a los $4 billones.

Hasta gastos recurrentes, del día a día, se prevé cubrir con deuda pública, destacándose entre ellos el pago de “subsidios para la prestación del servicio público domiciliario de energía eléctrica que se hayan causado antes de la vigencia de la presente Ley o que se causen durante la misma”. Hasta los “terceros de buena fe” de la desastrada Ruta del Sol II estuvieron a punto de participar en la feria de los TES, ya que el Confis alcanzó a autorizar y la ministra del Transporte Ángela María Orozco anunció el pago con TES de una supuesta deuda de la ANI por valor de $1,2 billones. De no haber sido porque el Tribunal de arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá declaró “la nulidad absoluta por objeto ilícito” del Contrato de dicha Concesión, se hubiera materializado este detrimento al patrimonio público.

Como lo sostuvo el exministro de Hacienda y miembro del Comité Consultivo para la Regla fiscal, nada menos, Guillermo Perry, recientemente fallecido, se están “utilizando formas de contabilización heterodoxas, que pueden poner en cuestión la tradicional seriedad de Colombia en el manejo de sus cifras fiscales…El recurso a la contabilidad creativa generan incertidumbre y desconfianza y pueden conducir a rebajas en la calificación de riesgo del país”. Johns Hopkins, profesor e investigador de la Universidad de los Andes, también teme y advierte sobre “la posibilidad de que las calificadoras de riesgo terminen bajando nuestra nota, poniendo en riesgo el grado de inversión es, paradójicamente, mucho más alta ahora que hace un año”.

Es muy grave que empiece a verse con desconfianza y a dudarse del manejo de las cifras por parte del Gobierno. Es muy diciente que unas de las revistas de negocios más serias y consultadas, como lo es Bloomberg, titule uno de sus despachos de prensa en su portal diciendo que “Colombia es acusada de marrullerías contables para lograr metas fiscales”. Este es un mal indicio y una pésima señal para las calificadoras.

Para Luis Eduardo Arango, exdirector de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, “esto se ve bastante mal y es poco ortodoxo, porque lo que hay es que hay que cuidar las cuentas fiscales (...). Se está rompiendo la ecuación de que el déficit es el que determina el comportamiento de la deuda y lo que hacen es que están emitiendo gastos que no están afectando el déficit” sino mimetizándolo. Y añadió, “las cuentas pendientes se deben pagar en efectivo o con deuda, pero hay que llevar las cuentas fiscales como se debe”. Por su parte Jorge Restrepo, catedrático de la Universidad Javeriana, dijo hace unos días que “preocupa es que se vaya a usar deuda para financiar gasto corriente; el Ministerio de Hacienda tiene que ser responsable, en el sentido de no emitir deuda para financiar gasto corriente de salud, a través de inyección directa en las EPS”.

Estas operaciones de emisión de TES se reconocen “por debajo de la línea”, esto es, “por debajo de cuerda”, como financiación y no como gasto y así se evita que incidan en el déficit fiscal. Afirma el director de investigaciones económicas de BTC, Munir Jalil, que “el Gobierno dice que los pagos responden a algo transitorio y para que no les afecte el déficit, que es más estructural, se colocan de este lado. Así, el déficit nunca se verá afectado”. Como afirma Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “hay que ver qué opinan organizaciones internacionales o el Comité Consultivo de la Regla fiscal con respecto al cambio”.

En opinión de Hopkins, “si midiéramos el déficit de este año con la misma métrica del pasado lo más probable es que haya crecido”. De acuerdo con Anif, el déficit fiscal de este año estará alrededor de - 4,2% (¡!), muy por encima del 2,4%, que se ha convertido en mantra del ministro Carrasquilla.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA