.
Analistas 13/09/2012

Más comentarios sobre la economía y la paz

Alberto J. Bernal-León
Jefe De Estrategia Global, XP Securities
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Sinceramente pensé que iba a hablar más sobre Mario Draghi en mi reciente visita a Colombia. Claramente me equivoqué, pues la gran mayoría de preguntas de clientes, amigos y contactos varios fueron análogas a lo siguiente: “Alberto, y cómo ve la última jugada del presidente Santos?”

Comienzo argumentando algo que es, en mi opinión, corolario. Es de un cinismo inaceptable que algunos se atrevan a decir que el 75% de los colombianos queremos la paz. ¡No es el 75%, señores, es el 100% de los colombianos los que queremos la paz! Que algunos no estemos convencidos de que el camino que escogió el presidente Santos para lograr la paz es el adecuado en este momento histórico no nos convierte en enemigos de la paz. ¿Acaso qué sigue para los que somos escépticos sobre la voluntad de paz de los criminales de las Farc, una hoguera? ¿Nos merecemos el escarnio popular los que nos oponemos a que alias “Timochenko” mantenga sus derechos políticos y quizás reciba una curul automática en el Congreso? ¿O será que es normal en la Colombia de hoy decir que la ex secuestrada Clara Rojas es un miembro de la “extrema derecha” porque controvierte la mentira de las Farc de que ya no tienen secuestrados en su poder?

Ahora, confieso que regreso de mi viaje más tranquilo después de haber conversado con muchas fuentes fidedignas, oficialistas y de la oposición, sobre el proceso que avanza en este momento. En una columna anterior yo había dicho que los diálogos de paz podrían a implicar un cambio en la política minera del país. Me retracto de ese comentario, pues me queda ahora muy claro que de verdad el gobierno no va a dejar que se toque ese tema de la agenda nacional bajo ninguna circunstancia. Enhorabuena. Ahora, me ratifico en que uno de los riesgos más importantes para el país de esta negociación es ver cómo se soluciona la maxi-reforma agraria que exigen las narco-Farc que se lleve a cabo en este momento.

No va a ser fácil repartir tierras en Colombia sin pisar callos, aún si estas tierras son catalogadas como improductivas. Como dice el dicho económico, “no hay almuerzo gratis” y un costo colateral de la negociación muy seguramente será que haya por lo menos algo de deterioro en la percepción de la estabilidad jurídica del país, al menos para lo que tiene que ver con la agroindustria.  

Una buena noticia es que el equipo de negociación que nombró el gobierno es un equipo de negociación de lujo. Nada diferente se puede decir de Villegas, Pearl, o de Mora, para nombrar solo tres de las personas que estarán permanentemente en la mesa. También me parece importante recalcar el hecho de que la decisión de no decretar un cese al fuego le conviene al gobierno, pues el gobierno lleva la delantera en la guerra, así las Farc hayan incrementado sus ataques contra la población civil últimamente.

Como ciudadano y votante me sigue pareciendo un despropósito total que se consulte la agenda nacional con el grupo narcoterrorista de las Farc y me parece patético que estos tipos vayan a recibir un tratamiento diferente al que recibió el grupo narcoterrorista de las AUC. Siento que lo único que merecen estos personajes de las Farc a cambio de su rendición es un tratamiento jurídico atado a la Ley de Justicia y Paz, ley que implica la pérdida de sus derechos políticos, ley que los obliga a pagar cárcel por sus crímenes, reparar a las victimas con SUS RECURSOS (no los de los contribuyentes) y ley que los obliga a pedirle perdón a las víctimas y a sus familias por los actos genocidas perpetrados durante tantos años.   

Igual sé que estoy soñando, pues las Farc nunca recibirán un tratamiento similar al que recibieron los genocidas del paramilitarismo. La razón es muy sencilla. Para la Colombia de hoy, la violencia de la derecha es más grave que la violencia de la izquierda. Es parte del DNA nacional. Lástima.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA