El modelo de coaching empresarial más allá de la tendencia

Cada vez es más común escuchar la palabra coaching dentro de los procesos de asesoría para el desarrollo de las actividades de una empresa, y es que los buenos resultados que ha demostrado la aplicación de esta disciplina le ha merecido reconocimiento mundial.

Actualmente en Colombia, directores, gerentes y personas en todo tipo de cargos están acudiendo a un coach, en busca de “esa otra mirada” que los ayude a realizarse tanto profesional como personalmente.

En este sentido, el objetivo principal del coaching empresarial es: elevar el nivel de efectividad de los individuos y de la empresa, para el logro de sus metas y el alcance de niveles superiores en se desempeño.

Se considera como una disciplina emergente ya que en comparación de otras que llevan cientos de años, sus primeras practicas alrededor del mundo datan de 25 a 20 años atrás y en Colombia, la historia empezó hace más o menos 10 años cuando se comenzaron a crear compañías que ofrecen el coaching como servicio a las empresas.

De acuerdo con los datos del Global Coaching Study 2012, realizado por la International Coach Federation, ICF, el número de profesionales dedicados a esta práctica en el mundo es de 47.500. La región en la que hay un tendencia más marcada es Europa, que alberga 21.300 del total y la de menor participación es Medio Oriente con 2.100.

Por su parte, América del Sur tiene 2.600 profesionales y ocupa el cuarto lugar después de América del Norte con 15.800. Asia supera a Oceanía con 3.300 y 2.400, respectivamente.

El coaching empresarial está tomando fuerza en Colombia sobretodo en los últimos años ya que “están probados los resultados de los procesos y los beneficios son tangibles a nivel organizacional y personal, permitiendo hacer arreglos en las limitaciones o miedos que manejan los individuos y que afectan su desempeño a nivel de estos dos campos”, explicó Luis Salazar, coach y gerente de S&S Consultores y Talentos.

Los porcentajes que se tienen acerca del impacto de esta disciplina confirman las palabras de Salazar, pues los grados de satisfacción con los procesos de coaching empresarial según el estudio Market coaching ‘08 realizado por el ICF en España, se encuentran en: muy satisfecho 23%, satisfecho 58%, neutro 13%, insatisfecho 4% y muy insatisfecho 2%.

Por otro lado, Salazar señaló que el coaching empresarial se entiende de manera global, es decir, que las técnicas usadas en los diferentes países son las mismas prácticas generalizadas. “Cuando se usan en el contexto es cuando se hace énfasis en la individualidad, ya que el principio básico del coaching es el respeto al ser”, puntualizó.

Cómo aplicarlo
La estrategia del coaching se puede aplicar de dos maneras: la primera, es e manera personal en la cual el coach, es decir el profesional de la disciplina, hace un acompañamiento individual al coachee, es decir, al cliente o al destinatario.

La segunda, es la grupal, en la cual el coach hace una acompañamiento a un grupo, no solo a un individuo, convirtiéndose este grupo en el Coachee.

Natalia Calle de Newfield Consulting, aseguró que “cualquier empleado puede asistir a una sesión de coaching porque es una estrategia de aprendizaje”. Esto quiere decir que en la aplicación todavía hay áreas dentro de la compañía en las que se pueden desarrollar competencias, pues “cada persona en el trabajo enfrenta sus propios límites”.

“Un ejemplo de esto son las personas que tienen miedo a enfrentar un público y que por el trabajo deben hacerlo, aún siguiendo con el temor cada vez que lo hacen. Con el coaching, se explora por qué la persona tiene esa reacción , qué es lo que le pasa en ese momento, y cómo superar este obstáculo”, afirmó Calle.

Ambos , Salazar y Calle, sostienen que en la relación costo-beneficio es algo difícil de explicar en términos de estadísticas generales, pues cada proceso es particular. Esta es la razón, indicaron, por la que se ven tarifas muy heterogéneas. Sin embargo, el estudio realizado por la International Coaching Federation en 2012, determinó que el retorno de la inversión se calcula en 700%.

Finalmente, los dos expertos concuerdan también en que un proceso de coaching usualmente demanda entre seis y 10 sesiones, es decir, entre 4 y 6 meses.

“Uno de los mejores consejos que recibí”
Eric Schmidt, Ceo de Google, contaba en una entrevista para Fortune que uno de los mejores consejos que jamás había recibido era tener un coach. Jhon Door, consejero en 2002, se lo dijo alguna vez y él había respondido con escepticismo: “yo no necesito un coach, soy un director (CEO) estable. ¿Para qué podría necesitar un coach? ¿hay algo malo en mí?”. Sin embargo, gracias a la insistencia de Door, Bill Campbell, reconocido profesional de Silicon Valley, se convertiría en el coach de Schmidt logrando muy buenos resultados para la compañía y cambiando la perspectiva del hasta entonces poco creyente CEO. “Todo atleta famoso, todo artista famoso tiene un coach. Alguien que te observe y te diga si en realidad eso es lo que quisiste decir o hacer. Eso nos da perspectiva…una cosa que no sabemos hacer muy bien es vernos a nosotros mismos, un coach en verdad que ayuda a hacerlo”, concluía Schmidt en la entrevista.

Las opiniones

Natalia Calle
Representante de NewField Consulting en Colombia
“Cualquier empleado puede asistir a una sesión de coaching por que es una estrategia de aprendizaje, pues cada persona en el trabajo enfrenta sus propios límites”.

Luis Salazar
S&S Consultores y talentos
“Los procesos de coaching a nivel organizacional y personal, permiten hacer arreglos en las limitaciones o miedos que manejan los individuos y que afectan su desempeño”.