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Reskiling y Upskiling.
Estas son formas en las que las empresas mejoran a sus empleados con formación en diferentes habilidades o que reciclan su potencial en otro tipo de cargo
El mundo laboral se encuentra en constante transformación debido a la incorporación de nuevas tecnologías en el entorno de trabajo, que impactan a todas las profesiones. Las empresas son conscientes de estas tendencias y, por ello, buscan formas innovadoras de potenciar las capacidades de sus empleados y maximizar su desempeño. En este contexto, cobran relevancia conceptos como el upskilling y el reskilling.
De acuerdo con Iberdrola, el upskilling consiste en enseñar nuevas competencias a un trabajador con el fin de optimizar su desempeño en su puesto actual, mientras que el reskilling, o reciclaje profesional, se enfoca en formar al empleado para que pueda adaptarse a un nuevo rol dentro de la empresa.

“En líneas generales, el primero tiende a formar trabajadores más especializados, mientras que el segundo promueve perfiles más versátiles”, enfatizó la entidad.
Iberdrola explicó que los objetivos de que una empresa implemente este tipo de iniciativas con sus trabajadores son combatir la brecha digital dentro de la organización y hacerla más competitiva.
Asimismo, estas iniciativas reducen los procesos de selección y, en consecuencia, los periodos de adaptación, y “ayudan a crear fidelidad y a retener el talento. Los empleados son conscientes de que la compañía invierte en ellos al mejorar su perfil profesional”, explicaron.
Otros propósitos señalados por la entidad incluyen ofrecer formación continua a la plantilla, lo cual mejora la reputación corporativa y contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, específicamente los objetivos 8, 9 y 10. Además, Iberdrola destaca que estas prácticas promueven una cultura empresarial dinámica, adaptada a un entorno en constante evolución.
Iebs Buisness School informó algunas de las estrategias para implementar el upskilling y reskilling pueden ser la evaluación de competencias con el fin de identificar las habilidades actuales de los empleados y las necesidades futuras de la organización.
También programas de formación personalizados para diseñar planes de capacitación adaptados a las fortalezas y áreas de mejora de cada individuo. Uso de tecnologías educativas: incorporar plataformas de e-learning y recursos digitales para facilitar el aprendizaje continuo.
Además, la entidad agregó el fomento de una cultura de aprendizaje, para promover un entorno que valore y recompense la adquisición de nuevas habilidades.
Informe agrupa a las empresas por tamaño, desde las que tienen 100 colaboradores hasta organizaciones más de 1.500 empleados