Un PIB regional lleno de asimetrías

Hay una propensión lógica a mirar los resultados económicos en el corto plazo y pretender proyectar más allá esa coyuntura y aunque no se puede desconocer que el ejercicio es válido, los fenómenos económicos evolucionan con una vigencia mayor y su impacto modifica los resultados. Lo que pasará en el mediano plazo en la economía latinoamericana es un buen ejemplo de esa idea. La región es muy diversa no solo en tamaño sino en su estructura. Las economías más grandes como Brasil y México tienen unas dinámicas particulares ligadas a la importancia del mercado interno en el primer caso y a la vecindad con Estados Unidos en el segundo. Otras, como Argentina, Chile, Perú y Colombia, también tienen sus propios determinantes que impactan su desempeño pero solo con excepción de Argentina los otros tres tienen una característica común: la evolución de los precios de materias primas. 

Para el FMI, después de este 2016, la economía de la región retomará una senda gradual de crecimiento no uniforme, pero con señales de reactivación y con datos interesantes para resaltar y atender. Brasil, México, Argentina y Colombia, en ese orden, seguirán siendo las economías más grandes. Venezuela que hoy todavía es la quinta, será superada por Chile y Perú a partir de 2018.

La economía brasileña es la de mayor potencial regional y pese a una caída de 3,3% en este año, seguirá preservando sin problema su liderazgo en la zona. El año próximo volverá a crecer lo suficiente para recuperar lo perdido y llevar su PIB a US$3,3 billones en 2018. México es la segunda potencia de América Latina, con una riqueza que este año rondará US$2,3 billones. Le sigue Argentina, cuya economía esta sumida en un complejo proceso de transición, con US$879.400 millones de PIB y Colombia es la cuarta, con US$690.400 millones. 

Perú, Bolivia y Paraguay serán los países que más crecerán su producto en el próximo cuatrienio, con tasas acumuladas de más de 18%, pero es sorprendente lo que ocurrirá con las pequeñas economías centroamericanas, que comandarán el repunte relativo de la región: Panamá, Nicaragua, Costa Rica y Dominicana subirán su riqueza en más de 20%, pero hay que tener en cuenta que Brasil tiene un producto de 30 veces más grande que Panamá o Bolivia. 

A Colombia no le irá mal en los próximos años, según los datos de la banca multilateral. Su crecimiento acumulado ascenderá a 15%, con una economía que es 4,5 veces menor que la de Brasil y tres veces más grande que la de Ecuador. Nuestros vecinos tradicionales, Venezuela y Ecuador presentarán los peores resultados en los próximos años con tasas negativas de 11% y 0,5% respectivamente, lo cual no es una buena noticia como Colombia, pues son mercados importantes para los productos nacionales.