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Ha pasado año y medio desde que se dio inicio al que se convirtió en uno de los escándalos financieros más reconocidos en Colombia. El caso de Factor Group a partir de ahora toma otro rumbo, debido a la orden de liquidación que dio la Superintendencia de Sociedades.
Ayer se conoció el Auto en el que el órgano de control ordenó que la compañía Factor Group Colombia, representada por David Wigoda, entre en proceso de liquidación debido a que su funcionamiento es insostenible. Pese a esto, fuentes de la Superintendencia dicen que no se afectará al plan de desmonte ni el proceso que se lleva con los fideicomisos Ceba de Ganado, Inmuebles Ganaderos y Grupo Monarca La Selva.
La liquidación se da después de que el 3 de octubre de 2011 la compañía se acogiera a un proceso de reorganización, a la par que la Superintendencia Financiera abrió una investigación sobre algunas operaciones que realizaba la entidad, que finalmente fueron consideradas como captaciones ilegales.
De esta manera la historia de Factor Group se ha dividido en dos: el proceso en la Supersociedades con la reorganización, y el proceso de la Superfinanciera que llevó a crear un plan de desmonte para pagar a los acreedores.
El promotor de la reorganización, el abogado Luis Fernando López Roca, asegura que “en el proceso de liquidación ordenado por la Supersociedades no se incluye nada sobre los deudores de los patrimonios autónomos”.
Asimismo, comenta que como promotor se buscó que el empresario hiciera una propuesta de pago a sus clientes, pero para esto la idea era que Wigoda diseñara la manera para seguir generando utilidades y de ahí tomar el dinero para pagar deudas; sin embargo, el empresario falló en su intento de crear una empresa de créditos, razón por la cual las deudas y el incumplimiento se apoderaron de la firma hasta el punto de liquidarla.
Según el auto de la Supersociedades, la empresa tiene la imposibilidad de normalizar sus obligaciones con los fondos de pensiones, hay una inminente cesación de pagos, no tiene capacidad operativa, ni fuentes de ingreso que le permitan seguir funcionando normalmente.
De igual manera, las cuentas bancarias y comerciales tienen órdenes de embargo, la sociedad no está en capacidad para atender las obligaciones vencidas y finalmente, no puede ejecutar su objeto social debido a la suspensión decretada por Superintendencia Financiera.
Para el abogado Eduardo Vásquez, este proceso puede durar entre 3 y 5 años; sin embargo, siempre se preocupa por los intereses de los clientes y acreedores de la compañía. Así, “hay que esperar los procesos judiciales que están en curso para ver si se puede recuperar algún dinero, estos procesos pueden demorar mucho tiempo”, sostuvo López Roca.
En cuanto al plan de desmonte según los balances preliminares de la Supersociedades ya se devolvieron más de $23.000 millones a cerca de 300 inversionistas y continúa pagándose. Este sería el fin de una firma de factoring que no pudo salvarse.
Las opiniones
Luis Fernando López Roca
Promotor de designado por la Supersociedades
“El promotor busca que el empresario haga una propuesta de pago, Wigoda estuvo tratando de crear una empresa pero no lo logró”.
Eduardo Vásquez
Abogado
“No se ve viable la compañía, por eso se liquida, pero en estos casos se van a salvaguardar los intereses de los clientes y de los acreedores”.
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