Los cambios energéticos que benefician al consumidor

El primer punto que aliviaría el bolsillo de los hogares estrato uno, dos y tres es el proyecto que el lunes quedó aprobado en último debate en la Cámara de Representantes. Este busca eliminar el cobro de reinstalación y reconexión de servicios públicos cuando la razón de suspensión es falta de pago. 

Según explicó en su momento el ponente el proyecto, al que solo le falta la sanción presidencial, “lo que queremos es aliviar la situación de miles de colombianos, principalmente los de estratos bajos, que ven frustrada la posibilidad de disfrutar de los servicios públicos esenciales para llevar una vida digna, debido a que no tienen con qué pagar los altos costos que las empresas cobran por reconexión o reinstalación”, dijo Lidio García, senador de la Comisión Quinta. 

Ahora, ante la modificación, las empresas señalaron a LR en días pasados, cuando faltaba un debate para la aprobación, que este mecanismo podría terminar afectando gravemente la caja, ya que no habría una sanción ejemplar ante la falta de pago, lo que podría llevar a un debilitamiento de la gestión de cartera. En la actualidad están realizando los cálculos de cuánto podrían ser las afectaciones. 

Subastas con precios más bajos

Por otra parte, y para disminuir los costos de los sectores que no se ven afectados con la norma anterior, es decir, estratos cuatro, cinco, seis e industriales, las nuevas subastas de energía incluirían megavatios de tecnologías más económicas que dejarían a las plantas de líquidos como una especie de reserva estratégica.

Hoy, y teniendo en cuenta las centrales que ya tienen licencia ambiental, o que están cercanas a conseguirla, y los costos de producción de esta energía, lo más probable, según la Upme (Unidad de Planeación Minero Energética), es que la matriz se acerque en 2025 al escenario 12 del estudio. 

Este escenario se sustenta en generación térmica, que tiene como base el carbón, con cerca de 1.020 megavatios (MW), centrales eólicas en el norte de La Guajira (1.174 MW) y varias plantas hidroeléctricas de tamaño mediano. 

Frente a este último punto llama la atención que hay muy pocos proyectos de gran tamaño, solo 16 registros por encima de 100 megavatios, siendo Cañafisto, el proyecto que está en trámite con la Anla (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) de Isagen, el de mayor tamaño (936 MW).

Para Ángela Montoya, presidente de Acolgen, “es una buena mezcla ya que ninguna tecnología se debe descartar si es competitiva. En primer lugar, es sensato que sigan las hidroeléctricas ya que el país tiene aún mucha agua. Ahora, para que se vuelvan a hacer grandes proyectos se deben solucionar temas de comunidades y consultas”. 

Frente a la expansión a carbón se evidenció que finalmente se dejarían descartadas nuevas plantas a gas o combustibles líquidos, y el carbón es un buen sustituto para ser confiables. Según Montoya, “somos un país productor y exportador de carbón y hoy en día las plantas que funcionan con este combustible tienen todos los elementos para cumplir con las emisiones que se requieren en los compromisos de Colombia en el COP 21”. 

Potencial de los no convencionales

Según los registros, hay 11 proyectos de 1.285 MW eólicos para La Guajira, los cuales dependiendo de la entrada de la línea de transmisión y de la regulación podrían incorporarse. La Anla confirmó a LR, que de estos se han presentado 10 solicitudes de parques eólicos que están en etapa de elaboración y presentación del Diagnóstico Ambiental de Alternativas. Frente a otro tipo de tecnología, la Anla señaló que ya dio licencia ambiental al proyecto geotérmico Macizo Volcánico Nevado del Ruiz de Isagen.

Las opiniones

Ángela Montoya
Presidenta de Acolgen
“Se tiene que competir con igualdad de condiciones. Lo ideal es que se de apertura a las tecnologías más competitivas”.

Lidio García Turbay
Senador de la comisión quinta
“Celebramos este gran avance porque lo que queremos es aliviar la situación de miles de colombianos, principalmente los de estratos más bajos”.