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Nuevo estudio de la Universidad de Nueva York mostró como los bebés superan a la inteligencia artificial en la “psicología del sentido común”
Los bebés superaron a la inteligencia artificial en la detección de lo que motiva acciones de otras personas. En un estudio publicado recientemente por la Universidad de Nueva York, efectuado por un equipo de investigadores de psicología y ciencia de datos, se lograron comprobar las grandes diferencias entre la cognición y la tecnología.
Los bebés sienten fascinación por otras personas, basta con observar cuánto tiempo miran a los demás para observar sus acciones y su relacionamiento social con ellos. Además, en estudios anteriores centrados en la “psicología del sentido común” (comprensión de intenciones, preferencias, objetivos y racionalidad que se encuentra implícita en las acciones de otros) ha indicado que los bebés pueden notar los objetivos de los demás y esperar que otros los alcances los suyos racionalmente y con eficacia. La habilidad de generar estas predicciones es elemental para la inteligencia social del ser humano.
El “sentido común de la inteligencia artificial” se basa en algoritmos de aprendizaje automático, por ello únicamente predice acciones. Por ejemplo, si usted busca en su computador “destornillador a la venta” probablemente su navegador se inundará luego de publicidad acerca de tiendas especializadas en construcción. La falta de flexibilidad y reconocimiento de contextos y situaciones que guían el comportamiento humano son un gran faltante en estas nuevas tecnologías.
Los experimentos se efectuaron con bebés de 11 meses e implementaron modelos de redes neuronales en el llamado “Indicador de Intuición de Bebés” (BIB, por sus siglas en inglés), allí los bebés y las máquinas fueron desafiadas a hacer intuiciones de alto nivel sobre las causas implícitas de las acciones de los agentes.
Los menores vieron una serie de vídeos de formas animadas simples que se movían por la pantalla, parecido a un videojuego, en donde simularon el comportamiento humano y la toma de decisiones a través del restablecimiento de objetos en la pantalla y otros movimientos. Igualmente, los investigadores lograron construir y entrenar modelos de redes neuronales (herramientas de IA que usan los computadores para reconocer y simular patrones e inteligencia humana) y probaron las respuestas a exactamente los mismos videos.
El modelo BIB utilizó seis tareas que ponían a prueba la “psicología del sentido común”. BIB fue diseñado específicamente para probar la inteligencia de los bebés y las máquinas, comparando el rendimiento entre ellos, además de proporcionar una base empírica para construir una inteligencia artificial.
La clave del estudio: el tiempo de la mirada de los bebés. Ellos predicen que las acciones están impulsadas por objetivos intrínsecos pero consistentes. Esto lo logran por medio de su observación prolongada de los eventos que van en contra vía a sus predicciones. Los modelos de redes neuronales no lograron capturar esta habilidad de conocimiento de los bebés.
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