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De acuerdo con un reciente estudio del Instituto de Educación Infantil, mientras un infante entre más rápido tendrá mejores capacidades.
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De acuerdo con un reciente estudio del Instituto de Educación Infantil, mientras un infante entre más rápido tendrá mejores capacidades
Conocer cuál es la edad adecuada para que los niños ingresen al colegio es una de las principales dudas entre los padres. Mientras algunos afirman que comenzar la escolarización temprana permite aprovechar al máximo la plasticidad cerebral de los más pequeños, otros argumentan que la socialización y la madurez emocional son factores determinantes que deben tenerse en cuenta.
De acuerdo con datos del Ministerio de Educación, en Colombia, la edad promedio para que los niños ingresen a preescolar o kínder, es a los cuatro años. Sin embargo, un reciente estudio publicado por el Instituto de Educación Infantil, ECE, de la Universidad de Oklahoma, demostró que mientras más pronto se inscriba un niño en un programa de aprendizaje temprano de alta calidad puede sacar mayores beneficios a su desarrollo cognitivo.
Carolina Orozco, directora de Kinder del Vermont School Medellín, asegura que en la institución reciben niños desde un año de edad, ya que, durante esta etapa, el cerebro es especialmente receptivo a estímulos y experiencias que influyen en su desarrollo cognitivo y neuronal. En este sentido, la escolarización temprana proporciona un entorno enriquecedor que estimula el aprendizaje y fomenta habilidades como socialización, el desarrollo del lenguaje, la comunicación, la motricidad gruesa y la adaptabilidad.
“La etapa de aprendizaje previa a la lectura y escritura formal es de hecho más importante que el proceso mismo de leer y escribir, ya que desde que inician a gatear se empiezan a estimular este tipo de habilidades. Además, los primeros años escolares también son cruciales para el desarrollo de competencias matemáticas; pues a través de actividades como clasificar, contar y comparar objetos, los niños comienzan a entender conceptos numéricos y geométricos básicos. Es por esto que poder estimular a los niños desde una etapa inicial es determinante para que su aprendizaje se logre de manera exitosa”, puntualiza Orozco.
Además, agrega que la interacción con otros niños y adultos en un contexto escolar contribuye significativamente al desarrollo social y emocional de los pequeños. Aprender a compartir, comunicarse, trabajar en equipo y gestionar emociones son habilidades claves que se adquieren en el entorno escolar y que ayudan a sentar las bases para una vida adulta más segura en sus decisiones.
“En el Vermont School de Medellín implementamos un programa preescolar en el que, a diferencia de una guardería o jardín tradicional, nuestro enfoque se centra en estimular a los niños desde el primer día de clase, poniendo al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje. A través de juegos interactivos, actividades artísticas y musicales e interacciones grupales, los niños tienen la oportunidad de explorar, experimentar y aprender de manera activa, así como de desarrollar un pensamiento crítico y creativo”, agrega Orozco.
Cabe resaltar que la decisión sobre la edad de ingreso al colegio debe basarse en una evaluación cuidadosa de las necesidades y capacidades individuales de cada niño. Más que una cuestión de edad cronológica, la escolarización temprana debe ser vista como una oportunidad para brindar a los niños las herramientas y el apoyo necesarios para su desarrollo integral, preparándolos para enfrentar con éxito los desafíos del mundo actual.
