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Dentro de las estrategias se recomienda generar espacios de relacionamiento donde el objetivo principal sea el reconocimiento
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Las acciones que estimulen el elogio dentro de una empresa deben procurarse entre pares, desde y hacia todos los colaboradores, no solo desde el liderazgo
Un clima laboral favorable dentro de una organización no solo es un beneficio para los empleados, sino que también se ve reflejado en los números de una empresa, pues mucho se habla de que aquellos trabajadores que se sienten cómodos y a gusto serán más productivos y eficientes.
Dentro de ese panorama, el reconocimiento es uno de los principales atributos que generan bienestar a los colaboradores, según lo afirmó Ángela Tovar, gerente de consultoría y formación de Adecco Colombia, quien también aseguró que es uno de los mayores retos para los empleadores.
Dentro de las organizaciones pueden existir diversas maneras de reconocer el trabajo, que pueden ir desde un reforzamiento de los aciertos diarios por parte de los líderes, hasta una compensación extra por un buen desempeño y consecución de objetivos.
Para Tovar, el reconocimiento debe ir direccionado en dos factores clave: interno y externo. “Desde el primero, deben movilizar el deseo del logro, la autonomía y la construcción de relaciones efectivas positivas; desde los factores externos: el estilo de liderazgo, meritocracia, oportunidades de crecimiento, estimulación del elogio, recompensa y retribución”, aseguró.
De esta manera, para la experta existen acciones necesarias para establecer una cultura de reconocimiento dentro de una organización. En primer lugar, se deben definir los criterios que se reconocerán de acuerdo con la cultura organizacional, en función de lo que es valioso para los equipos; a partir de ello, iniciar acciones que estimulen el elogio, formal e informal, de par a par, desde y hacia todos los miembros de la organización, no solo a la cabeza del líder.
Por otro lado, recomendó estrategias como establecer las métricas de medición del desempeño de manera clara, para objetivar la meritocracia, acompañado de desarrollar una ruta precisa de crecimiento profesional dentro de la empresa. Por último, otra acción importante sería la de fomentar espacios permanente de diálogo donde el objetivo principal sea el reconocimiento.
