La sostenibilidad debe ser entendida como una realidad que impacta los negocios, las comunidades y el medio ambiente. Como industria de uno de los productos de exportación más importantes del país, hemos entendido ese llamado de manera más profunda, es una tarea que involucra a toda la cadena de valor del banano, desde cómo mantener tierras productivas, sanas y fértiles, cuidar los cultivos de plagas y proteger el medio ambiente a la vez, hasta cómo hacer procesos eficientes reusando materiales y elementos en la producción, reciclando y reinvirtiendo en nuestra gente.
Los fenómenos naturales que cada vez nos atacan con mayor fuerza, causan un gran impacto en la industria. Cada año históricamente, Urabá se estaba convirtiendo en zona de inundaciones durante la temporada invernal, perjudicando a las comunidades y a la agroindustria, problemática que impacta la región no solo en lo económico, sino también en lo social.
Con grandes esfuerzos económicos, pero sobre todo un brazo ejecutor fuerte, hemos trabajado unidos: entidades públicas, organizaciones sociales, comunidades y la empresa privada en la recuperación de los principales afluentes, caños colectores y parte baja del Río León, una de las principales fuentes hídricas del Urabá. Este proceso nos ha permitido mejorar el flujo de canalizaciones y aguas lluvias, y contener rebosamientos e inundaciones, en gran parte causados por las basuras y por la acumulación de mismos sedimentos.
El proyecto Relimpia, aporta a la sostenibilidad ambiental y el bienestar de las comunidades. Por primera vez este año no se han registrado inundaciones durante la reciente temporada invernal y el agua se ha evacuado de forma rápida y eficiente. De acuerdo a los expertos, mayo fue el mes más lluvioso de los últimos 30 años en Urabá, con la caída de 600 metros cúbicos de agua por minuto. De la mano de voluntarios y trabajadores hemos intervenido 235 kilómetros en 35 afluentes, extrayendo 243.694 metros cúbicos de material; 26 toneladas de residuos ordinarios y 583 unidades de residuos especiales, incluidos llantas y enseres de hogar; beneficiando 53 comunidades asentadas en zonas ribereñas y protegiendo los cultivos de la región.
Es necesario complementar estos esfuerzos haciendo una tarea de pedagogía en entidades educativas para no seguir contaminando nuestros ríos y quebradas, y de educación desde los hogares y empresas. Necesitamos aún mayor compromiso de los ciudadanos y mayor concientización de la importancia de este asunto, pero estamos llenando algunos espacios y logrando resultados contundentes. Nos falta aún un camino por recorrer, pero Relimpia es la prueba de que poco a poco podemos lograr resultados efectivos que beneficien e impacten tanto al medio ambiente como a las comunidades y la industria. Estamos haciendo la tarea y demostrando que la sostenibilidad no es una inversión sin retorno.
Por el contrario, es la mejor inversión cuando se trata de equilibrar la convivencia entre los seres humanos, el desarrollo agrícola e industrial y la protección del medio ambiente. La invitación es para que entidades, gremios, empresas, y gobiernos, le apuesten de manera comprometida al medio ambiente y entre todos hagamos el cambio por los recursos vitales que son finitos.
