A propósito del invierno en el que entraron las criptomonedas tras alcanzar un máximo histórico en noviembre de 2021, respondiendo a la efervescencia del bitcoin y su caída precipitada en lo corrido del año a mínimos que no se veían desde 2020, es clave abordar una de las problemáticas que están la mesa relacionada con la validación de transacciones en la blockchain: el consumo de energía.
Lo primero que se debe saber es que para validar transacciones en blockchain, las criptomonedas utilizan dos mecanismos de consenso; una que se llama Proof of Work o prueba de trabajo (POW) y la otra que es conocida como Proof of Stake (POS).
Jhon Torres, analista económico, aseguró que “un equipo para hacer validación de transacciones o acumular tokens con Proof of Stake (POS) puede consumir menos energía que un computador de escritorio”.
Pese a esto, advirtió que el gran problema se relaciona con el Proof of work (POW), que utiliza minería. “Al día de hoy las criptos que utilizan POW más famosas con bitcoin y ethereum, aunque esta última pasará en unos meses de POW a POS”, agregó.
En contraste, Daniel Arguelles, consultor líder especializado de la Línea de Consultoría Digital Business de Prominence Partners, señaló que, de manera técnica, para confirmar que las transferencias de valor sean únicas e inmutables, que no estén duplicadas y que sean conocidas por toda la red, “el proof of work es un algoritmo o sistema que utiliza una cantidad significativa de poder computacional”.
Arguelles explica que, aunque el uso tradicional de la minería representa un consumo alto de energía, “los nuevos protocolos como el POS manejan mecanismos diferentes para promover la eficiencia y el decremento de las cantidades de poder computacional necesarias para poder seguir garantizando que las transacciones sean confiables, verificables y seguras”.
En esa línea, el experto aseguró que protocolos como el POS argumentan un potencial de caída en el uso de la energía necesaria para ejecutar transacciones de hasta 99% en redes descentralizadas, específicamente en el caso de la red ethereum.
Alternativas sostenibles
El consumo de energía es el principal costo variable que tienen que asumir los mineros, por lo que, si el precio es muy costoso, deben ir a regiones donde minar salga más barato. “¿Cuáles son las opciones que ellos tienen? Irse a lugares como Texas, Estados Unidos, donde puedan utilizar desechos de petroleras, entonces reciclarían la energía desperdiciada por sitios donde se extrajo petróleo. Esa es de las formas más usadas en Estados Unidos”, explicó Torres.
Los expertos también advierten que el uso de energías renovables está teniendo un espacio cada vez más grande en los mecanismos de validación, pues ya se usan energías renovables como la solar o la eólica. “La rápida adopción de la tecnología blockchain y el uso de las criptomonedas como el siguiente paso en la evolución del dinero ha generado interés en inversionistas institucionales que promueven la evolución hacia este tipo de tecnologías usando principios ambientales sostenibles”, explicó Arguelles.
A su vez, según BMC (Bitcoin Mining Council), se ha visto que ha aumentado el uso en 50% de energías renovables en el negocio.
¿Por qué POS es más amigable con el medio ambiente que POW?
Arguelles explica que el Proof of Stake evita la promoción de la competencia entre mineros. “El hecho de que los validadores se escojan de manera aleatoria no incentiva al incremento de poder computacional o a la creación de mining pools, como en el caso de la red bitcoin”.
Esto significa que, si no hay incentivo en incrementar el poder computacional, “se pone un techo natural al uso del mismo y por tanto al consumo de energía en actividades de minería”.
Es una ecuación sencilla: a mayor capacidad computacional en la red bitcoin, mayor será la recompensa para el minero y a su vez el uso energético de red.
