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El oro y el platino se destacan por sus altos niveles de reciclaje al final de su vida útil
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Entre los metales que muestran una alta tasa de reciclaje, de acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, se encuentran el platino, el paladio y el níquel
Datos de la Agencia Internacional de la Energía muestran que el oro es el metal con mayor tasa de reciclaje al final de su vida útil de, con 86%. Este elemento es utilizado en sectores como la joyería y la electrónica, y es recuperado a partir de productos desechados que lo contienen y que son procesados para extraer nuevamente el material.
Le siguen el platino, el paladio y el níquel, cada uno con una tasa de reciclaje de 60%. El platino y el paladio se emplean en aplicaciones como fibras ópticas y empastes dentales, mientras que el níquel se encuentra principalmente en baterías y componentes como los álabes de turbina. Estos materiales pueden ser recuperados a través de procesos de reciclaje aplicados a los productos que los contienen.
“El reciclaje de metales en pequeñas cantidades dentro de productos como dispositivos electrónicos, baterías y otros residuos metálicos enfrenta múltiples retos en el contexto colombiano. Estos desafíos son de carácter técnico, económico y logístico, lo que dificulta su gestión adecuada y sostenible”, mencionó Leidi Paola Urquijo, coordinadora Ambiental de Posconsumo de Atica.
La plata tiene una tasa de reciclaje de 50%. Sus usos habituales incluyen joyas y espejos. Los objetos elaborados con plata pueden ser recolectados y procesados para extraer el metal al concluir su uso.
De acuerdo con Movilex, empresa de reciclaje, los metales preciosos como el oro, la plata y el platino son recursos naturales limitados que se encuentran en la Tierra y cuya extracción implica la destrucción de hábitats naturales, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero. Además de requerir en muchos casos el uso de sustancias tóxicas como el cianuro, que pueden tener efectos perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
El reciclaje de metales preciosos ofrece una alternativa sostenible al reducir la necesidad de extraer nuevos recursos de la Tierra, lo que disminuye el impacto ambiental asociado con la minería y la contaminación que esta genera, además contribuye a conservar energía, ya que el proceso de reciclaje requiere menos consumo energético en comparación con la extracción desde cero.
En la lista del ranking los sigue el cobre con una tasa de reciclaje de 46%, está presente en productos como cableado eléctrico y equipos industriales. A través del reciclaje, es posible recuperar el cobre contenido en estos productos cuando ya no están en funcionamiento.
"El valor de mercado de un metal influye directamente en su tasa de reciclaje. Metales como el oro, el cobre o el cobalto, muy demandados por la industria tecnológica, suelen reciclarse más. Sin embargo, en la práctica, esto no siempre basta”, añadió Urquijo.
El aluminio tiene una tasa de reciclaje de 42%. Se emplea en la fabricación de piezas de avión y latas. Este metal puede extraerse nuevamente a partir de productos desechados que lo contienen.
Por debajo del 40%, se encuentran metales como el cromo (34%), el zinc (33%) y el cobalto (32%), los cuales se utilizan en acero inoxidable, galvanizado de metales, baterías y motores de turbina. En los niveles más bajos del ranking están el litio, con 0,5%, y las tierras raras, con 0,2%. Estos últimos se encuentran en baterías, marcapasos, teléfonos móviles y discos duros, y su recuperación se realiza en cantidades más reducidas.
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