El esfuerzo del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) por tener por primera vez información actualizada con imágenes satelitales de la cantidad de árboles que son talados indiscriminadamente en el país cada año, generó una buena y mala noticia al mismo tiempo.
Por un lado, se conoció que las 230.000 hectáreas deforestadas de las que se hablaba hasta 2010 bajaron a 120.933 hectáreas en 2013. Pero por el otro, se reveló que la disminución de los bosques naturales (que en total suman 59,1 billones de hectáreas) sigue estando presente en el territorio nacional, sobre todo en los departamentos de Antioquia y Nariño, que registraron el mayor aumento de la deforestación el año pasado, con 4.963 hectáreas y 1.412 hectáreas, respectivamente.
El nivel de precisión del monitorea satelital es de tal magnitud, que se puede saber, por ejemplo, que los municipios Segovia, Turbo, Ituango, Anorí y El Bagre (en Antioquia) fueron las zonas de mayor afectación con una pérdida de bosque entre 45% y 75%.
“Aunque hay algunos que desalientan un poco, el sistema de monitoreo satelital ha permitido aumentar la precisión y confiabilidad en los resultados de este estudio sobre la tasa de deforestación en Colombia. Por primera vez en la historia del monitoreo forestal, el país cuenta con una cifra anual de superficie de bosques y área deforestada. Así mismo, se logró reducir los tiempos de procesamiento para entregar resultados cada vez más oportunos”, indicó el director del Ideam, Omar Franco Torres.
Pero lo significativo de esta información no es solo que se van a tener datos más reales sobre la desaparición de los árboles. Las autoridades también destacaron que se podrá actuar de forma más rápida para revertir el escenario negativo.
“Con esta información anual podemos identificar y tomar acciones más rápido contra las actividades que afectan la conservación de los bosques, como la tala y la minería ilegal, la conversión a cultivos agrícolas o los incendios forestales provocados”, dijo el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo López.
La situación actual
Si bien la alarma está encendido por el auge de la deforestación en Antioquia y Nariño, el grueso de la extinción de los bosques sigue concentrándose en la Amazonía, región donde se registra 57% de la deforestación nacional. En segundo lugar, según el estudio, está la región andina con una proporción de 22% del total de árboles talados.
“Los análisis de la información de los últimos 23 años evidencian una desconexión de la masa boscosa de la Amazonía y bosque natural de la cordillera oriental, por lo cual hay que emprender un trabajo especial de recuperación en esta zona del país”, indicó Franco Torres.
El organismo ambiental explicó que la minería ilegal es uno de los principales factores que impulsa la deforestación en Colombia y su vocero precisó que hay que prestar mayor atención en los departamentos de Chocó, Antioquia, Vichada y Guainía.
La consolidación de un sistema ambiental
La conclusión a la que llegó el informe de deforestación del Ideam, de que los focos de la tala de bosques se concentran en zonas claves para la biodiversidad del país, se logró con el Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques y Carbono. Esta es una plataforma tecnológica que se logró montar en el país con el apoyo financiero de la Fundación Gordon & Betty Moore y la asistencia técnico de grupos de investigación internacionales. Según el Ideam, en 2013 se incorporaron al procesamiento de 664 imágenes Landsat disponibles para el país y a la generación de 63 compuestos temporales de estas proyecciones, construidos por el equipo del Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques y Carbono.
Las opiniones
Omar Franco Torres
Director del Ideam
“Gracias al incremento y mejoramiento de capacidades técnicas y científicas del Ideam, por primera vez en la historia el país cuenta con una cifra anual de deforestación”.
Gabriel Vallejo López
Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible
“Con esta información anual podemos identificar y tomar acciones más rápido contra las actividades que afectan la conservación de los bosques, como la tala y la minería ilegal”.
