Aunque cambió de nombre, la salud ocupacional no ha dejado de ser un asunto obligatorio para las compañías. La Ley 1562 de julio de 2012, firmada por el Ministerio del Trabajo, la define ahora como el sistema de gestión de la seguridad en salud del trabajo.
Por lo anterior, los directivos de las organizaciones deben tener en cuenta su importancia y definir las principales estrategias. Sobre todo , para cumplir con los requerimientos de dicha disposición, como lo son las actividades de prevención y tener afiliados a sus trabajadores a las Aseguradoras de Riesgos Laborales (ARL).
Julián Chaparro Romero, médico general y quien trabaja en el servicio médico de la Universidad de La Salle, explica que lo primordial es que las compañías entiendan que están compuestas por personas. “Y si estas no están saludables, no rinden como debe ser. La salud debe verse como un estado de bienestar psicológico y social”.
El desarrollo organizacional de la firma y sus políticas tampoco pueden desligarse de los programas de salud ocupacional. Hoy, las estructuras empresariales deben ser menos verticales y más horizontales. “Una empresa saludable se preocupa por solucionar las necesidades de las personas y mantenerlas motivadas”, agrega el especialista.
La prevención es la clave
Una de las claves para no incumplir las normas, es que las organizaciones tengan claro que las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) no son lo mismo que las Aseguradoras de Riesgos Laborales (ARP), que ya no se denominan así: la P cambió por la L porque muchos profesionales ejercen una labor diferente a lo que estudiaron.
Al Sistema de Riesgos Laborales deben afiliarse de manera obligatoria las personas asalariadas, los vinculados mediante contrato escrito o verbal, y los servidores públicos. También los empleados vinculados por prestación de servicios con una duración superior a un mes y los estudiantes con trabajos que sean fuente de ingreso para la institución o cuya actividad sea requisito académico.
Mientras las EPS brindan atención para accidentes y contingencias de origen común, las ARL apoyan a las empresas en todo el sistema de gestión de la salud y seguridad en el trabajo.
“Las ARL tienen en un cronograma dentro del sistema de gestión, la posibilidad de informar a las compañías en qué programas puede apoyarlas, como actividades de promoción y prevención, rutas de evacuación, verificación de riesgos y campañas de socialización”, precisa Adriana Olarte López, profesional de Salud Ocupacional de la Universidad de La Salle.
La mencionada Ley 1562 especifica las funciones de las Aseguradoras de Riesgos Laborales, como por ejemplo que junto con el Gobierno supervisen “en forma prioritaria” las actividades de las compañías de alto riesgo, de manera directa o a través de terceros idóneos”.
“Las empresas donde se procese, manipule o trabaje con sustancias tóxicas o cancerígenas, o con agentes causantes de enfermedades, (...) deberán cumplir con un número mínimo de actividades preventivas de acuerdo a la reglamentación conjunta que expida el Ministerio del Trabajo y de Salud y Protección Social”, señala el artículo 66.
Otra de las claves se derivan de lo anterior. Y es que, por existir tal disposición, las compañías están obligadas a cumplirlas. “Estos programas no son fáciles de aplicar porque se deben retirar a las personas de su producción. Lo que se procura es realizarlas por áreas, para afectar en la menor medida la producción”, dice el médico Chaparro.
De lo contrario, pueden ser objeto de demanda de los empleados o de sanciones que pueden llegar hasta la suspensión temporal de la actividad o el cierre definitivo.
Cooperativas y jubilados, otras responsabilidades
Las cooperativas y precooperativas de trabajo asociado son responsables (según la Ley 1562 de 2012) del proceso de afiliación y pago de los aportes de los trabajadores asociados.
La norma también indica que las empresas deben responder por los jubilados o pensionados, que se reincorporen como trabajadores dependientes, vinculados mediante contrato de trabajo o como servidores públicos. “Todas las ARL deben reportar las actividades y sus resultados, como el apoyo en la atención de accidentes de trabajo y enfermedades laborales”, explicó la experta Adriana Olarte López.
Las opiniones
Adriana Olarte López
Profesional de Salud Ocupacional de la Universidad de La Salle
“La ley 1562 de 2012 busca que los programas de salud de las empresas sean de gestión, en los que interactúen varios de sus procesos y las personas tengan seguridad en el trabajo”.
Julián Chaparro Romero
Miembro del servicio médico de la Universidad de La Salle
“Una empresa saludable se preocupa por solucionar las necesidades de su personal y mantenerlo motivado. Muchos programas están dirigidos al estrés por trabajo”.
