Y Bernanke dijo: ‘que el dólar suba’...

Pocos días le quedan a Ben Bernanke (1953) como presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, antes de que se posesione en el cargo Janet Yellen (1946) quien será la primera mujer en ocupar ese puesto, que palabras más, palabras menos, opera como el ‘ministerio de economía del mundo occidental’. Solo falta que el Senado le de el visto bueno para que llegue a la todopoderosa Fed. Pero antes de que eso suceda en las primeras semanas de este 2014, que está a la vuelta de la esquina, muchas cosas empezarán a suceder en la economía global. La primera ocurrió en la tarde del miércoles pasado cuando Bernanke decidió que el estado de la economía presenta mejoras notorias y que compraría US$10.000 millones mensuales de los US$85.000 que venía recogiendo de los mercados. 

Esa pequeña decisión hizo que el dólar se revaluara y que la moneda estadounidense vuelva por su senda de fortaleza. En términos generales, es una buena decisión si se analiza con las lentes de los exportadores, pero muy mala si se mira con ojos de importaciones. Hasta ahora, el golpe de timón de Bernanke, y que seguirá Yellen, se empieza a sentir y a demostrar que la línea de acción económica en las bancas centrales de la región sigue siendo puramente monetarista, aquella línea de acción que se centra en las consecuencias del dinero en la economía. Sobra decir que Bernanke es un monetarista discípulo de Milton Friedman (1912) quienes sostienen que las crisis y contracciones monetarias son consecuencia del mal manejo de la liquidez.

Con la reciente decisión de no comprar más esos US$10.000 millones y las buenas consecuencias de haber intervenido a tiempo el mercado con herramientas monetarias queda demostrado, una vez más, que el aumento o disminución de la cantidad de dinero en una economía sí afecta los precios y la producción a corto plazo, tesis defendidas desde el siglo XVIII por Cantillon (1680) y Hume (1711). Es muy interesante observar qué va a hacer la Junta Directiva del Banco de la República en su última reunión de este 2013 que se realizará hoy. Hay sobre la mesa una nueva realidad, que si bien se veía venir, no estaba plasmada en los mercados. El Emisor viene comprando dólares diariamente para mantener devaluado el peso frente a las presiones que vienen del exterior. Lo más probable es que se tome una medida espejo en que no se sigan comprando dólares con grave perjuicio para las cuentas del Banco.

Es cierto que “y Bernanke dijo: que suba el dólar” y el dólar subió. Todos los emisores de los mercados emergentes tomarán las mismas medidas en consonancia con lo hecho por el Presidente de la Fed y dejarán de comprar dólares. Así las cosas, el año nuevo llegará con un dólar bastante caro.