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La economía no puede seguir en cuarentena, pues las consecuencias de esa decisión serán peores que la misma enfermedad, colegios, universidades y aeropuertos deben empezar ya
Mantener cerrados los colegios, las universidades y los aeropuertos es una mala decisión para formación de los estudiantes y la reactivación de los negocios en Colombia, un país de regiones remotas con pésimas vías; de más de 200 universidades y unos 14.000 colegios que mueven la economía de pueblos y ciudades. Después de 100 días de obligatoria cuarentena ya hay más conocimiento sobre lo que debe hacerse para enfrentar el peligroso covid-19, y el cierre de la economía y frenazo de toda actividad social, no son las recetas que mejores resultados están dando en países como el nuestro. Al Ministerio de Salud aún le quedan muchas explicaciones por delante sobre la justificación científica de sus decisiones y sobre el errático manejo de cifras e ineficacia en manejar la situación en regiones como la Costa Caribe y el Suroccidente del país, en donde la autoridad sanitaria nacional brilla por su ausencia en medio de una dañina complacencia política regional.
Está claro que argumentos como “aplanar a curva”, “inmunidad de manada”, “tomas masivas de pruebas” y “capacidad de las UCI”, entre otros, como “número de recuperados” versus “número de fallecidos”, van a ser permanentes en los próximos años. Enfrentar el coronavirus no es una cadena de montaje industrial que va por fases, hay que actuar de manera simultánea en muchos frentes y uno -el más importante- es no dejar morir la economía. No hay que esperar a aplicar cualquiera de los argumentos antes nombrados para hacer andar la oferta y la demanda de los sectores neurálgicos, pues no solo el Gobierno Nacional se está quedando sin dinero para subsidiar; las familias están sintiendo el daño que hace la cuarentena a sus finanzas personales y la difícil recuperación que se viene por delante.
Si bien es discutible que al país le haya ido bien manejándola crisis, no es sensato mantener los aeropuertos, colegios y universidades cerradas por varias razones. Los estudiantes de primaria, secundaria y universidades están siendo perjudicados con la calidad de los contenidos impartidos y la efectividad del telestudio para el cual nadie estaba preparado; por tanto, es un imperativo que dichas instituciones garanticen el cumplimiento de los protocolos para impartir clases presenciales desde julio, pues de lo contrario estaremos frente a una generación mal preparada. En lo que tiene que ver con los aeropuertos, Colombia tiene cinco grandes regiones que necesitan estar interconectadas para mover la economía: Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga, mercados que representan el grueso del PIB y que para reactivarse es dorsal la actividad aeroportuaria. El mundo está demostrando que se puede viajar y hacer negocios en medio de la pandemia, que no hay que esperar a que todo pase para volver a empezar.
Es un hecho probado que este letal virus no se irá tan pronto como se creía, que hay más de 100 prospectos de vacunas en fase de experimentación y que hay mayor sensibilidad sobre su daño, por tanto, las condiciones están dadas para que universidades, colegios y aeropuertos entren en operación, tal como lo han hecho otros sectores que nunca pararon o a los cuales les fue permitido empezar a trabajar. Hoy, la pelota está en campo de juego de las personas que deben extremar sus cuidados personales y cumplir con todos los protocolos de distanciamiento.
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