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El Gobierno Nacional debe trabajar con el sector empresarial para identificar nuevos focos de inversión en un país cada vez más segmentado.
Entender cómo funcionan las economías regionales es un deber de todo hombre de negocios, y más aún identificar nuevos focos de inversiones en un país cada vez más regionalizado en donde hay muchos centros urbanos o nuevos conglomerados que crecen su población a tasas sorprendentes. La participación el Producto Interno Bruto es una forma de acercarse a esa realidad económica para poder proyectar el futuro. Bogotá sigue teniendo la mayor participación con 25,2%; seguido por Antioquia, con 13,7%; Valle del Cauca, con 9,5%; Santander, con 8,1%; Cundinamarca, con 5,1%, y finalmente, Atlántico, Meta y Bolívar, con 4,1%, solo para citar los primeros lugares de las regiones que más le aportan al producido nacional.
Es una imagen que informa bien y que se debe entender en términos de población, dinámicas económicas y obviamente vocaciones históricas. Bogotá con sus casi 10 millones de habitantes sigue siendo el motor de la economía colombiana; una forma simple de explicarlo es que de cada $100 que se producen, $25 nacen o se hacen en la capital, convirtiéndose en el centro de servicios por excelencia en donde la construcción tiene un crecimiento de 13%; los establecimientos financieros, seguros, las actividades inmobiliarias y servicios a las empresas 4%, pero con una participación de 37%. El comercio, las reparaciones, los restaurantes y hoteles crecen 3,5%, pero participan 16% en la economía. Es claramente una metrópoli que encuentra su vocación en la densidad y los servicios que esta demanda.
El caso de Antioquia es bien interesante y de esos mismos $100 que produce todo el país, $13 tienen origen en ese departamento, en donde el sector que agrupa la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca aporta 6% y crece 5,7%. Los establecimientos financieros y servicios a las empresas son las actividades que más contribuyen con 21,4%; comercio; restaurantes y hoteles, 13,5%, y actividades de servicios sociales, comunales y personales 14,4%, es una economía que desarrolla más sus manufacturas y encuentra en los servicios un foco de desarrollo.
La tercera economía es la del Valle del Cauca que crece 3% y encuentra en los servicios financieros y en las actividades de servicios sociales sus dos puntas de lanza con una participación de 29% y 17%, respectivamente. Todas las economías decayeron el año pasado, pero se encuentran vocaciones bien interesantes que deben reorientar muchos planes de inversiones para los empresarios. Hay esos tres grandes conglomerados con participaciones hasta de dos dígitos, pero el dato más elocuente es que son una economía de servicios que no dependieron de la extracción de petróleo o minería para sustentar su crecimiento. El mapa de participaciones es una hoja de ruta para plantear crecimientos empresariales más ajustados a la realidad.
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