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EDITORIAL

Mil porqués Bogotá no tiene metro

martes, 7 de octubre de 2014
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Los presidentes de Colombia han sido mediocres y mezquinos con la Capital del país y los alcaldes inferiores a los retos. 

La razón por cual ciudades de menos de 9 millones de habitantes tienen un sistema de transporte masivo que les resuelve una buena parte de la movilidad de sus habitantes es porque el Gobierno Nacional se ha preocupado por darle solución al transporte, bien sea porque es la capital del país o porque ese el principal problema de la mayoría de las personas de una Nación. Quito, Panamá, Lima, Caracas, Santo Domingo, una docena de ciudades de Brasil, y todas las ciudades europeas y de Norteamérica con más de 10 millones de personas tiene metro o lo están construyendo, quizá el sistema de movilización de humanos más eficiente hasta ahora inventado. Pero que en Bogotá no se ha podido sacar adelante desde hace 60 años cuando se mandaron a hacer los estudios por primera vez.

Y una de las mil razones por la cual la Capital de Colombia no tiene metro es por la mezquindad de todos los gobiernos de turno. Todos, solo quizá se salva Gustavo Rojas Pinilla, quien en 1954 fue el primero que le mandó a su Alcalde Mayor a hacer los estudios, pero la historia impidió que llevara a cabo tan magnánima obra de infraestructura. De allí para adelante gobiernos nacionales de liberales, conservadores, bogotanos, paisas o costeños, han sido mezquinos y mediocres con la Capital que les ha brindado desarrollo educativo, profesional y las oportunidades para brillar en la política. Incluso hubo gobernantes que abiertamente le negaron de tajo a Bogotá tener metro por considerar que en el país había obras más importantes, pero que tampoco nunca entregaron. Bogotá solo será una ciudad desarrollada cuando tenga metro y Colombia solo será un país civilizado cuando su capital tenga un metro como en las grandes capitales.

Obviamente la principal responsabilidad histórica recae sobre los alcaldes mayores que han sido pésimos manejando la movilidad, pero la obra es de tal envergadura -ya hablamos de más de $15 billones- que el Gobierno Nacional debe tener como política pública macro, construir el metro para una ciudad que es la sede de la administración y destino de todas las grandes empresas del país. Hay obras de infraestructura que no aguantan valores porque son una necesidad apremiante, y si no se hace ahora, en 10 o 15 años el costos será el triple. Ahora que el presidente Santos (bogotano de nacimiento) se enfoca a pasar a la historia dejando una paz firmada con la guerrilla, debería hacer un gesto de grandeza con su ciudad y trabajar hombro a hombro con el alcalde Gustavo Petro, para que la primera línea esté contratada y con el cronograma corriendo.

Estamos seguros de que mientras Bogotá no tenga metro seremos un país mediocre de gobernantes inferiores a la solución de los problemas ciudadanos.

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