Los campeones en perder sus oportunidades

Hace pocas semanas, Michael Scott, el editor para América Latina del Financial Times, escribió una interesante columna en la que concluye que “América Latina le gana al mundo en desperdiciar oportunidades. Los presidentes de la región deberían aprovechar al máximo la oportunidad de prosperar”. Dice el periodista que “América Latina ha sido bendecida con energía renovable abundante y barata.

Es uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo. Está en paz, lejos de conflictos globales y sus naciones son en su mayoría democracias robustas. Está cerca de los EE.UU, en una posición ideal para beneficiarse del traslado de la producción desde China. Sin embargo, los presidentes de América Latina parecen tener otras prioridades”.

Una sentencia que argumenta con un recorrido por cada país. “En lugar de descubrir cómo Brasil puede competir con India para ensamblar iPhone o ganar inversiones en microchips, Luis Inácio Lula da Silva quiere construir refinerías de petróleo, reactivar la construcción naval y buscar una unión monetaria con su vecino casi en bancarrota, Argentina”.

Sobre lo que ocurre en Chile dice que Gabriel Boric decidió poner los futuros proyectos de litio bajo control estatal y concentrarse en el medio ambiente y las comunidades lo que ha generado mucha incertidumbre.

Sobre México, que debería ser el país mejor posicionado para ganar el llamado negocio de shoring cercano, dada su proximidad a EE.UU. y su tratado de libre comercio, sin embargo, Andrés Manuel López Obrador abolió la agencia de promoción de inversiones, atacó a las empresas de energía renovable, detuvo un proyecto cervecero estadounidense grande y en su mayoría construido y desechó un aeropuerto internacional parcialmente construido para la Ciudad de México.

“Argentina, la tercera economía, está casi en bancarrota. Su gobierno peronista ha impuesto controles de precios y cambios que no han logrado detener la inflación de 100% anual y acabaron con la mayor parte de la inversión extranjera (...) Hay incertidumbre sobre los impuestos y las divisas para las exportaciones agrícolas e impuesto límites a las ventas de granos en el extranjero, lo que frena el gran potencial del sector agrícola. Frente a la Colombia de Gustavo Petro, Scott dice que “se ha opuesto a nuevos proyectos en petróleo y minería, el pilar de la economía. El ex guerrillero revolucionario también acaba de obligar a todo su gabinete a renunciar, incluido su respetado ministro de Hacienda, como parte de un cambio hacia un gobierno de “emergencia” (...) Reaccionando a lo que ven como un clima antiempresarial, muchos de los ricos de América Latina han estado transfiriendo activos al extranjero en los últimos dos o tres años en lugar de invertir en casa”.

Y concluye en su escrito con una sentencia que se nota mucho en Colombia: “hay una especie de visión del mundo de la vieja guardia que se interpone en el camino”, agregó, calificándola de una especie de “nostalgia industrial”.

Siempre se ha dicho que lo malo para América Latina fueron las dictaduras y los gobiernos populistas, pero ahora que se está malogrando otra oportunidad, la de ser la región líder en recursos naturales, el error es la falta de claridad e incapacidad de ejecución por parte de los gobiernos de izquierda que son inferiores al reto puesto por sus electores, que no es nada distinto a derrotar la pobreza.