El subempleo sigue siendo el lunar de la generación de nuevos puestos de trabajo. hay que abrir más puestos de calidad
Una muy buena noticia es que la desocupación se ubica en 9,2%, es decir unos 2,1 millones de colombianos están golpeados por el flagelo de la falta de trabajo. Esas son las cifras en junio, lo que representa un descenso con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando llegó a 10%. Para consuelo, este es el primer junio en una década en que la cifra llega a un dígito. La tasa de desempleo en las 13 áreas metropolitanas se ubicó en 11,2%, porcentaje que sigue siendo muy alto si se compara con los países de la región donde el desempleo es un problema casi resuelto, incluso en Venezuela, en donde la economía no marcha bien en términos generales.
Las ciudades con mayor desempleo entre abril y junio fueron Quibdo, con 18,2%; Popayán, con 16,9%; Cúcuta, 15,5%, y Cali, 15,2%. En contraste, las ciudades que mantienen su tasa de desempleo en un dígito son Barranquilla, con 8,3%; Bogotá, 9,1%; Riohacha, 9,2%, y Santa Marta, 9,7%. Las ramas de actividad económica que menos aportaron al mercado laboral fueron construcción, con una caída de 6,2%; la agricultura, con un descenso de 4,2%, y la industria, que bajó 2,9%. Entre los sectores que más aportaron estuvieron los servicios inmobiliarias, con 10,5%, y transporte, con 7,1%. Queda una buena sensación y es que al desempleo en el Eje Cafetero se le puso un torniquete, pues en anteriores reportes estaba entre los epicentros de la desocupación.
Hay que destacar el crecimiento del empleo formal, cerca del 6% para este mes. Y en palabras del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, “el crecimiento del empleo formal está por encima del crecimiento de la economía, esto es un gran logro en la construcción de un país más justo, con más oportunidades y bienestar para los colombianos”. Es cierto a la luz de las cifras, pero distante de la realidad, pues las tasas de informalidad sobrepasan el 50%, un karma nacional que afecta la bancarización y con ello el acceso al crédito de vivienda. Tal vez en ello radique la razón de que los colombianos de estratos dos y tres no accedan a los subsidios irrigados a través de las cajas de compensación y de la banca formal para la compra de vivienda.
La tasa de subempleo subjetivo también presentó una reducción al pasar de 12,2% a 11,3%. El subempleo objetivo bajó de 12,6% a 11,8%. Los primeros son las personas que aunque tienen empleo, manifiestan su deseo de cambiar de trabajo para mejorar sus ingresos, cambiar sus horarios laborales o ajustar mejor su ocupación con su perfil laboral. Y subempleo objetivo son ocupados que además de tener el deseo de cambiar de empleo, hacen esfuerzos para hacer efectivo dicho deseo. Pero como dicen los expertos en esta materia, el subempleo, es decir la informalidad, no debe tener apellido.
