La economía necesita docenas de “rappis”

En medio de las tradicionales malas noticias asociadas a la coyuntura de la pandemia generada por el covid-19, un puñado de empresas locales de acento digital como: Rappi, Niantic, Habi, Chiper, Frubana, Leal, Met Partners/BlackSip, Muni Tienda, Addi y Super Füds se han asociado con el Gobierno Nacional para lanzar uno de los programas más ambiciosos en pos de dar un salto cualitativo y cuantitativo hacia la nueva economía. Ha dicho el presidente Iván Duque que emprende un hito histórico, 100.000 programadores en dos años, “la meta más grande que se ha fijado un país de América Latina para que entre a liderar el proceso de la cuarta revolución industrial; con lo que se va a permitir ingresar a más personas en el sector privado tecnológico y además se va a dinamizar el emprendimiento tecnológico”.

En un muy buen momento el que han escogido los ministerios de Educación y de Tecnologías de la Información para presentar el proyecto ‘Misión TIC 2022’, con el que se espera formar a 100.000 colombianos en programación de aquí a 2022. Una idea que se había expuesto en diferentes escenarios, pero que solo ahora empieza a ser realidad, gracias al liderazgo del ejecutivo y a la ilusión de ese puñado de empresas de base digital que son las llamadas a transformar la economía colombiana. Las nuevas tecnologías, no solo de la información sino todas las herramientas e interfaces de encuentro oferta- demanda, tienen en el marco de las políticas de reactivación económica una oportunidad inigualable para acelerar la transformación digital de todos los sectores.

La mala herencia que dejará la pandemia es un desempleo superior a 22% y la muerte de miles de empresas que no lograron sobrevivir a sus deudas, pero ante todo que no supieron sortear la falta de demanda de sus productos y servicios. Más allá de lamentarlo o quedarse sentado asumiendo la extraña realidad que se vive por estos días, hay que apostarle a la reinvención y transformación digital para encontrar un espacio en la nueva economía.

A las industrias tradicionales e instituciones bancarias conservadoras les queda muy difícil recuperar o generar los empleos perdidos, los nuevos puestos de trabajo deben llegar de los emprendimientos digitales que están transformando la economía, ligados a la inteligencia artificial, el blockchain, la reinvención del consumo y los sistemas de pago novedosos. Los líderes empresariales han conseguido economías de escala muy difíciles de emular en las que las eficiencias y la competitividad son muy altas; lo que se ha visto en el fenómeno de empresas de base tecnológica, tipo Rappi es que se puede generar empleo y desarrollo con base en nuevos tipos de contrato que ofrezcan alternativas distintas de ganarse la vida. La economía necesita de docenas de “rappis” que lleven a otro nivel la economía y le brinden la posibilidad de crecimiento a empleados que jamás llegarían a las industrias tradicionales. Esos 100.000 programadores, más la instalación de 10.000 puntos digitales para que las familias se conecten y tengan mayores oportunidades, son la entrada verdadera al tiempo de vacas gordas del post-covid que será un momento de crecimiento sin igual para las empresas de base tecnológica, a las que se les ha ofrecido una exención de impuesto de renta por más de un lustro. Las condiciones están dadas, ahora solo hace falta emprender.