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La inteligencia artificial actualiza y renueva la búsqueda de información y de formación del conocimiento con nuevas herramientas competitivas como ChatGPT, Bing y Bard
En poco menos de dos meses de lo que lleva 2023, los gigantes tecnológicos han abierto un novísimo frente de batalla en terrenos de la inteligencia artificial que no solo renovará y catapultará las búsquedas en internet sino que las llevará a otro nivel; Bard se llama la nueva herramienta de búsqueda y construcción de narrativas de Google, mientras que Microsoft ha decidido integrar el sorprendente ChatGPT de OpenAI, en su navegador Edge y su alicaído, Bing, que dicho sea de paso trata de reinventarse en la nueva era de los buscadores.
La inteligencia artificial ha aterrizado en uno de los usos más cotidianos como es el conocimiento a la mano. Cada segundo que transcurre, millones de personas en todo el mundo acuden a los buscadores de información para resolver alguna pregunta, desde una simple inquietud por una receta de cocina hasta temas más complejos, técnicos o científicos, pasando eso sí, por los peligros que encarna la manipulación de la información en tiempos de ataques terroristas y noticias falsas.
De lejos, la inteligencia artificial es la tecnología con “implicaciones más profundas en términos sociales”; ha comenzado una guerra por quién ordena la información de todo el planeta. De momento es Google quien compila toda la actividad del mundo, YouTube lo hace en videos, mientras que TikTok e Instagram registran segundo a segundo todo el quehacer de los humanos, desatando una competencia global sobre quién va a dominar la formación de las narrativas del futuro.
La situación que vive la humanidad es compleja y disruptiva, absolutamente importante. Hay que imaginar, por ejemplo, que en el siglo XV los países líderes del momento hubiesen anticipado la imprenta y lucharan por ponerle el contenido adecuado para sus intereses. Hoy todo el mundo es periodista, narrador, intelectual, generador de contenidos, lo que no es otra cosa distinta a decir que no hay comunicadores especializados ni profesionales al haber sobreabundancia de mensajes cada segundo.
No es exagerado decir que ha arrancado la guerra por la inteligencia artificial, al menos en lo que tiene que ver con la construcción de mensajes y contenidos. Dice mucho que Microsoft quiera enfrentarse a Google en la nueva era de los buscadores y que seguramente chinos, japoneses e indios quieran copiar estas nuevas tecnologías para mantener su juego en la ideología de occidente. Los países están compitiendo por autonomías estratégicas, que no es distinto a no depender de nadie en ningún proceso, y para lograrlo, participar en la nueva era de Google es fundamental.
La cuarta revolución industrial tiene como plataforma la información y los modelos digitales que harán depender al resto de la humanidad de dos o tres culturas, borrando el concepto de países, sus fronteras y cultura. La ciberseguridad es ahora un asunto fundamental entre los estados que pueden leer el camino que seguirá la inteligencia artificial, especialmente en lo que tiene que ver con la desinformación masiva y las amenazas híbridas. El modelo occidental debe ser protegido contra una eventual irrupción de la manipulación rusa, china o india en términos de llenar de nuevos contenidos las necesidades informativas de las sociedades.
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