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EDITORIAL

Confianza, transparencia y decencia en Fiscalía

martes, 12 de julio de 2016
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Hay un componente distintivo que marca la diferencia de Martínez y sus antecesores y es que el recién elegido conoce bien los temas económicos.

Luego de una controvertida gestión y una larga interinidad en la Fiscalía General de la Nación, la Corte Suprema de Justicia escogió el nombre del exministro Néstor Humberto Martínez Neira para que dirija a la entidad, que sin exagerar, es una de los organismos más importantes para la vida social, política y económica del país. Sin desconocer la calidad moral, intelectual y profesional de los otros dos aspirantes, sin duda, el nombre de Martínez Neira genera gran confianza por su capacidad y conocimiento de los distintos asuntos que deberá atender. Su experiencia en el manejo de los temas públicos, al haber pasado por las carteras de Justicia e Interior y muy cerca de la Presidencia de la República y organismos de control como la Superintendencia Financiera, le dan las credenciales y la autoridad para liderar la recuperación de la credibilidad en la Fiscalía y colocarla en el sitio que merece dentro de las instituciones, alejada de manoseos políticos y clientelistas que le hacen daño al Estado.

Hay un asunto diferenciador en el que el nuevo Fiscal tiene especial recorrido: el campo económico. Su paso por la Superbancaria (hoy Financiera), por el Banco Interamericano de Desarrollo y como miembro principal de la primera junta directiva del Banco de la República lo acercan a uno de los temas en los que resulta determinante el tino y capacidad para garantizar la confianza de la inversión, golpeada muchas veces por decisiones judiciales, que no se detienen en moderar la literalidad y hacerla más acorde con la conveniencia y objetivo social.

El manejo de la economía criminal con sus distintas vertientes es otro punto clave en el trabajo del organismo, pues así como la globalización implica la extensión y modernización de los mecanismos legales, la acción de los delincuentes también se ha sofisticado y perfeccionado por lo que la acción de la justicia resulta más complicada. La modernización de la estructura interna de la Fiscalía es sin duda aquí uno de los elementos determinantes para hacerle frente a los delitos económicos y financieros, que involucran a personas que no son del común, sino que tienen una capacidad  para actuar en las esferas del poder y la sociedad y no pocas veces influenciar en la dirección de los fallos y sentencias, para lo cual disponen de equipos costosos de abogados y expertos que superan la capacidad del mismo ente investigador.

Martínez no necesita exposición mediática como fórmula para mostrar resultados o hacer sentir su poder intimidatorio. Los colombianos solo quieren confiar en el Fiscal por su decencia, transparencia y buena voluntad de servicio y no sentir que el poder se expresa en la soberbia y prepotencia, pero además esperan que su titular no tenga privilegios en la aplicación de la ley ni consideraciones especiales cuando se trate de casos en los que estén involucrados personas con gran poder económico y político. Confiamos plenamente en la independencia del nuevo Fiscal General de la Nación.

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