La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), responsable de aplicar las leyes que regulan los mercados de capitales, obtuvo una victoria legal el pasado 1ro de agosto después que un jurado de seis en la corte federal en Manhattan encontrara culpable en seis de siete acusaciones al antiguo empleado de Goldman Sachs, Fabrice Tourre.
Muchos han visto este caso como el rostro humano de la imprudencia de Wall Street que causó el derrumbe del mercado inmobiliario y casi hundió a la economía hace cinco años.
¿Quien es Fabrice Tourre? Fue vicepresidente del departamento de la creación y mercadeo de productos estructurados - títulos donde su valor se deriva de índices o derivados. Es este departamento donde se creó y se vendieron las inversiones en cuestión conocida como Abacus 2007-AC1.
¿Qué es Abacus 2007-AC1? Un producto de inversión donde permitía a los inversionistas hacer apuestas sobre la actuación de bonos respaldados por préstamos hipotecarios. Si el inversionista creía que la gente no pagaría su préstamo apostaba que el valor caería, mientras otros apostaban que la gente pagaría lo que haría que el valor suba. Es como apostar en una carrera de caballos a ciertos caballos donde uno apuesta que gana y otro apuesta que pierde. Dependiendo del resultado uno tienen que pagar al otro. ¿Qué paso? Que la gente comenzó a dejar de pagar sus hipotecas, el mercado de la vivienda se derrumbó y los bonos perdieron su valor. Los que apostaron que iba para arriba perdieron mil millones de dólares. ¿Quién fue el ganador? La firma de fondos de cobertura Paulson & Co. dirigida por el multimillonario John Paulson.
Aquí va el meollo del asunto. Según argumento del gobierno, Tourre y Goldman Sachs no les dijeron a los inversionistas que Paulson tuvo un rol relevante en la elección de los bonos. En los materiales de venta de la inversión decían que Goldman Sachs actuaba como independiente sin decir que Paulson tuvo un rol importante en la selección de los bonos - instrumentos base para crear el Abacus-. Es como si supuestamente Goldman Sachs escogía los caballos independientemente sin decir que Paulson estaba involucrado en la elección y en las apuestas.
Antes de cometer el error de estimatizar a Wall Street, hay varias preguntas en el tapete:
¿Acaso los inversionistas no sabían que habría alguien apostando en su contra? En este juego de apuestas, legal y justificado en el mundo financiero - recuerden que estas apuestas ayudaron a que muchos tuvieran acceso a préstamos hipotecarios-, si no hay apuestas contrarias no hay negocio. Esa es la naturaleza de los productos estructurados. Quienes invirtieron tomando la posición contraria a Paulson fueron gente sofisticada en el mundo de inversiones. No son Juan o Pedrito que pusieron sus US$1.000.
¿Dónde estuvieron los reguladores que no revisaron los negocios como Abacus, no para prohibirlos, sino para que el banco pusiera más dinero en caso de perdida en vez de hacer que sean los contribuyentes los que asuman la perdida?
¿Por qué el gobierno decidió ir contra Tourre, un ejecutivo de medio nivel y no contra los que están arriba de él que permitieron estas conductas? ¿Falta de pruebas? ¿Usar a Tourre como chivo expiatorio? ¿No llegar a los de arriba?
¿Por que usar el argumento de avaricia para acusar a alguien civilmente cuando la avaricia no es ilegal? Matthew T. Martens, abogado del gobierno, le dijo al jurado que al final la avaricia de Wall Street llevo a Tourre a mentir y engañar. ¿Sí? Hasta donde yo sepa la avaricia no esta tipificada en el código legal de Estados Unidos.
Y si es así, con la misma premisa tendríamos que buscar más sillas de acusados para sentar a políticos en Washington, reguladores, líderes de grupos sin fines de lucro que abogaban para que estadounidenses compraran casas con dinero fácil mientras ellos se llenaban sus bolsillos y sus ansias de poder.
Toma nota.