Me perdonarán por no escribir de los temas racionales que caracterizan a la economía, pero en esta ocasión el tema emocional amerita una columna. El motivo son los héroes colombianos que nos llenan de orgullo y nos hacen sentir honrados de ser sus compatriotas: los 15 escarabajos que nos representaron en el Giro de Italia y en general los deportistas que portan con orgullo y valentía las banderas nacionales.
El equipo de Coldeportes Colombia que participó en el Giro está conformado por: Darwin Atapuma, Edwin Ávila, Robinson Chalapud, Fabio Duarte, Leonardo Duque, Wilson Marentes, Dalivier Ospina, Jarlinson Pantano y Carlos Julián Quintero. Y los colombianos en otros equipos son: Rigoberto Urán y Sergio Luis Henao, del equipo británico Sky, José Serpa del italiano Lampre, Carlos Betancur del AG2R La Mondiale de Francia, Miguel Rubiano del Androni Giocatoli-Venezuela y Cayetano Sarmiento del Cannondale.
Para los que somos ciclistas aficionados que habitualmente subimos a Patios o de vez en cuando damos la vuelta a la sabana, la postal del sábado pasado en la llegada de Tres Cimas de Lavaredo será un recuerdo que nunca se olvidará. Detrás de Vincenzo Nibali, y a solo 17 segundos, llega el combo de colombianos Fabio Duarte, Rigoberto Urán y Carlos Betancur. Segundo, tercero y cuarto respectivamente, en una etapa en la cual el clima poco favorable no opacó la actuación histórica de Urán, Betancur y Duarte. En la general individual Urán quedó de segundo y Betancur de quinto, y este último quedó primero entre los jóvenes.
La cuestión es que los deportistas son de los pocos profesionales, que para llegar al tope de sus carreras solo necesitan un input inicial: capacidad y voluntad, pero en este caso, y a diferencia de otras profesiones, las condiciones económicas y sociales iniciales no importan mucho. En el caso de los ciclistas también requieren del ‘caballito de acero’, que hoy no es de acero sino de fibra de carbono.
Es importante el nuevo impulso que está recibiendo el ciclismo nacional a través de Coldeportes y también ha sido importante el estricto control al dopaje promulgado desde la Unión Ciclística Internacional (UCI). Nadie lo dice pero en los momentos de poco control al doping, los colombianos que competían a pura fuerza de pedal, estaban en desventaja contra las sofisticadas formas de doping. Los que ayer fueran nuestros héroes extraterrestres como Amstrong, que los mediamos por el número de victorias en el Tour, hoy solo llegan a la misma categoría de muchos políticos: hacen lo que sea por el triunfo y el poder.
Por otro lado, a nivel olímpico hay que sentir orgullo de la gran Mariana Pajón, medalla de oro en los olímpicos de Londres en BMX, de Carlos Mario Oquendo medalla de bronce y del mismísimo Rigoberto Urán medalla de plata en el ciclismo de ruta. Y no menos importantes están Oscar Figueroa y Yuri Alvear medallas de plata y bronce en pesas, Catherine Ibargüen medalla de plata en salto triple, Oscar Muñoz medalla de plata en taekwondo y Jackeline Rentería medalla de bronce en lucha.
También hay que destacar, entre muchos otros deportistas, a los mejores patinadores del mundo encabezados por la gigante ‘Chechi’ Baena, a la Selección Colombia de fútbol que está clasificada en el sexto lugar según el escalafón mundial, a los automovilistas que le siguen el paso a Roberto José Guerrero y Juan Pablo Montoya, entre los cuales están Saavedra, Muñoz, Junco y Yacamán, y al motociclista que compite al lado de Valentino Rossi en moto GP, el paisa Johnny Hernández.
Colombianos que se ponen la camiseta y entre los pocos compatriotas por los que vale la pena y es un orgullo ponerse la camiseta tricolor.
