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ANALISTAS

La subvención estatal hacía el sector agropecuario

lunes, 25 de noviembre de 2013
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Como una sana consecuencia del comportamiento democrático, en el país se dan cada cierto tiempo determinados debates que llaman la atención del público, y que concentran la agudeza de economistas y analistas políticos. En esta ocasión se ha querido poner de manifiesto un asunto de prioritaria importancia como lo es la subvención estatal hacia el sector agropecuario. Algunos especialistas han manifestado su oposición a estas medidas, aduciendo, entre otros argumentos, que el sector agropecuario se acostumbraría a depender de una manera sumisa del estado sin buscar nuevas salidas o pensar nuevas estrategias, amén de considerar esta actitud como una vena rota por donde van a parar millones de pesos del erario público.

No es la primera vez -ni la última- que en estas cartas y en variados foros haya expuesto la conveniencia de contar con una política pública enfocada hacia este aspecto, que permita al campo de sobreaguar en las vicisitudes de la economía y someterse a los vaivenes del dólar, o a los tratados de libre comercio.  Precisamente este será uno de los puntos a tratar en el próximo Congreso Nacional Cafetero, que contará con la presencia del presidente  y de varios de sus ministros. Precisamente el Pic es el mejor ejemplo del auxilio estatal a un programa específico de producción, donde toda una cadena de producción acaba siendo beneficiada. En consecuencia, esta reducción del riesgo al  productor  es enormemente beneficiosa, así como también se constituye en una excelente herramienta que aumenta la productividad y a su vez estimula la creación de nuevas estrategias de mercado. 

Necesitamos, tal como tuve la oportunidad de expresarlo en la pasada asamblea de Asoexport, seguir agilizando la operatividad de su entrega, con el propósito de simplificar y facilitar los controles para que su acceso sea rápido, eficiente y transparente.  Por otra parte, recordarán que en la carta anterior se hizo especial énfasis al la productividad y la transformación, como dos ejes sobre los cuales hemos enfocado todas nuestras estrategias. Precisamente y como prueba de este compromiso y a su vez de esta realidad, en días pasados se abrió la primera tienda Juan Valdez en Kwait, verdadero epicentro de una de las regiones con mayor poder adquisitivo del mundo y la cual cuenta con un potencial de consumo bastante considerable. La región del norte de África y del Oriente Medio, conocido como el Mena, constituye una invaluable plaza para ampliar nuestra presencia. Este mercado cafetero alcanza un valor de  US$4.000 millones; y cuyo crecimiento se estima en un 5.5 % entre el 2012 y el 2017.

No deja de llamar la atención que nuestro grano insignia colonice una región de donde es oriundo el café, lo que prueba una vez más que nuestro gremio no se detiene ni se detendrá, aunque a algunos le parezca lo contrario. Prueba de ello es que Kwait es la punta de lanza de una estrategia que planea abrir en un futuro cercano 60 tiendas ubicadas en países del golfo Pérsico, donde es costumbre de sus habitantes reunirse en cafés para disfrutar de nuestra bebida nacional. 

Así mismo, se planea entrar de lleno y conquistar el prometedor mercado de Emiratos Árabes Unidos, verdadero epicentro en el manejo de franquicias internacionales. Las alianzas son definitivas para lograr los objetivos propuestos, de allí que  se  cuente para entrar en el mercado Mena con la invaluable ayuda y experticia del reconocido grupo empresarial First Source General Trading & Contracting Co, una sólida organización en el negocio de franquicias.

Faltan pocos días para la realización de un nuevo Congreso Nacional Cafetero, tal como ya se ha mencionado, y allí tendremos la oportunidad de estar nuevamente juntos los comités regionales con el gobierno. Este espacio democrático será el foro de donde saldrán nuevas ideas y  mandatos para seguir encarando.

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