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ANALISTAS

Indignación, PIC y esperanza

domingo, 25 de mayo de 2014
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La semana que comienza tuvo como preocupación principal no la declaración de algún político ni el descubrimiento de un nuevo escándalo, sino la desafortunada noticia de la muerte de 32 niños en el barrio Altamira del municipio de Fundación. A medida que pasaron las horas el país pudo conocer cómo una serie de irregularidades condujeron a que sucediera este fatídico hecho, donde la imprudencia, la irresponsabilidad y el incumplimiento a las normas más elementales de seguridad se aliaron para acabar con la vida de estos jóvenes de entre diez y doce años. A la memoria de todos vinieron hechos tan lamentables y de la misma naturaleza que sucedieron en la Troncal del Caribe hace siete años, cuando murieron 21 personas o hace diez, cuando fallecieron en Bogotá cerca de las obras de la fase II de Transmilenio 21 estudiantes del colegio Agustiniano Norte, hechos que vistieron de luto al país, como de nuevo ha vuelto a suceder. 

Del estupor inicial se pasó a la tristeza y de la tristeza a la indignación cuando se supo del comportamiento no solo imprudente y cobarde conductor, sino también del estado del autobús y del incumplimiento al debido reglamento que, como vehículo de servicio público, debía contar con todos los permisos y salvoconductos al día para este tipo de transporte. Parece increíble que estas cosas sucedan si existen tantos controles por parte de las autoridades, que por ninguna parte aparecieron, además que nada de esto sirve si son las propias personas las que se inventan todo tipo de trampas y subterfugios para evadir las normas más elementales, normas que le hubieran salvado la vida a estos niños que estaban empezando a conocer la vida y que la imprudencia les impidió disfrutar, como era su derecho. Sea esta la oportunidad no solo para lamentar este triste hecho sino para condenar estas conductas fraudulentas que tienen, como en este caso, unas consecuencias que todos lamentamos. En nombre de las personas que componen la Federación Nacional de Cafeteros quiero por medio de estos tristes renglones enviarle a cada uno de los padres y familiares de los niños y niñas fallecidos en este accidente nuestro más sentido pésame, y a su vez expresar nuestra indignación como gremio ante este tipo de actitudes temerarias y de injustificables irregularidades que llenan de una tristeza infinita a nuestra nación, tan necesitada de comportamientos ejemplares. 

Con relación a la ejecución del Programa PIC 2014 y de las actividades de cierre del Programa PIC 2013 sea lo primero celebrar los anuncios del Ministro de Agricultura sobre un asunto que es prioritario para nuestro gremio como es el hecho de que hará uso de las facultades constitucionales y legales que le son propias para conminar a los compradores de café autorizados, que están afectando a beneficiarios del PIC por su renuencia a reportar las compras de café. Es con ese ejercicio por parte de las autoridades públicas como se garantiza la eficacia de los derechos y particularmente el acceso pleno a los recursos que el mismo Gobierno ha apropiado para el sector cafetero. 

Sin embargo, también urge señalar que la organización, información y cuentas de la Federación en la ejecución de los mencionados programas se encuentran al día, por lo que no puede en ningún momento hablarse de retraso en la oportuna entrega de los correspondientes apoyos. Los asuntos frente a los cuales en ocasiones no se ha tenido respuesta puntual son consecuencia de condiciones adicionales impuestas por los representantes del gobierno en el Comité de Ejecución y Seguimiento del PIC. Así ocurre con cerca de 8.100 cafeteros cuyas ventas de café han sido debidamente certificadas por los Compradores Autorizados bajo las resoluciones expedidas por el Ministerio de Agricultura y conforme a los protocolos aprobados por el Comité Nacional de Cafeteros, pero con autorización de pago pendiente, por haber obtenido incrementos en la productividad estimada bajo la metodología de ecotopos, postura y decisión que la Federación no ha compartido y reclama una atención integral para estos pagos, por lo que reitero una vez mas la necesidad de contar con la autorización de proceder con el pago de $13.700 millones a 8.100 cafeteros que se encuentran en la situación anteriormente descrita. Debo dejar anotada mi distancia sobre la inconveniencia para el gremio de hacer señalamientos puntales y valoraciones comparativas sobre el desempeño de los Comités Departamentales de Cafeteros, respecto de los cuales, cuando hay razones objetivas para glosas o llamados de atención, se hacen con severidad pero siempre, al interior de los órganos propios de nuestra arquitectura institucional próxima a los cien años. No me cansaré de repetir que la administración del Programa PIC, sus procedimientos, información y control son de carácter nacional, acordados con el gobierno nacional y que todos los comités departamentales, sin excepción, han procedido de manera diligente, trasparente y proactiva. Para ellos mi mayor reconocimiento. 

Por último, hoy se llevarán a cabo las elecciones presidenciales, donde los colombianos refrendaremos una vez más nuestra convicción en la democracia como único vehículo válido que le da voz y voto a millones de compatriotas. Mediante este sistema organizativo, incluyente, que defiende la dignidad humana, la libertad y los derechos civiles, y que acepta las decisiones que adoptan las mayorías, expresarán los colombianos mayores de 18 años en esta fiesta democrática mediante el sufragio su inclinación política, de una manera ordenada y civilizada. Nuestro sólido pasado democrático garantiza nuestro futuro político y da fe nuevamente de nuestro proceder que defiende la arquitectura institucional sobre la que está construida. 

Los invito entonces a ejercer el sagrado derecho al voto respetuosamente, con convicción y certeza, con madurez y sinceridad, sabiendo que de la suma de esos votos saldrá elegida la persona que regirá por otros cuatro años los destinos de la patria. Solo así podemos conservar la esperanza de construir una mejor Colombia. 

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