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Desde hace varios años en el Congreso de la República se viene intentando eliminar del peso colombiano 3 ceros. El primer intento que recuerdo fue el del Dr. José Jaime Nicholls (q.e.p.d), para entonces Representante a la Cámara. El último fue autoría del Senador Antonio Guerra el año anterior. En las próximas semanas el gobierno presentara un proyecto de ley similar. Las implicaciones que tiene éste, son muchas.Eliminar tres ceros al peso colombiano facilitaría el registro y las operaciones contables puesto que se simplificará la contabilidad en el sector público y en el privado, esto debido a que el manejo de las cifras y la lectura de los estados financieros sería mucho más sencillo y rápido. Así los colombianos ganaríamos tiempo invaluable en nuestras actividades diarias.Otra de las razones es que obligaría a los agentes involucrados en actividades ilegales a convertir sus ingresos a “Nuevos Pesos”, con lo cual las autoridades aumentarían la probabilidad de descubrir estas fortunas y actuar en consecuencia.Para algunos este cambio podría generar inflación debido al redondeo a la hora de devolver las fracciones de dinero, sobre todo cuando se trata de precios compuestos, como el de cierto enjuague bucal de veintidós mil setecientos sesenta pesos ($22.760). Esto dependerá, en gran parte, de las denominaciones de monedas que se decidan acuñar. Lo mejor es que se acuñen monedas de 1 centavo (que serían 10 pesos de hoy) pues minimizaría ese problema, que es la preocupación de muchos.Para algunos compatriotas los costos del cambio son muy altos. Sin embargo, este no será inmediato. Los billetes tienen una vida útil de cierto tiempo, así que en la medida en que haya que sacarlos de circulación para renovarlos se irían cambiando por los de nueva denominación. Éste proceso de renovación ya genera unos costos. El Banco de la República, quien es el encargado emitir el dinero, se vería obligado a cambiar las planchas para imprimir los billetes nuevos, este proceso generaría un costo importante, que ha sido cuantificado en aproximadamente $1960 millones. El cambio de monedas genera un costo mucho más alto, valorado en $187.678 millones pesos.A esos valores de cambio del dinero hay que sumar, también, el costo de la campaña pedagógica para que los colombianos entiendan y se adapten fácilmente a un nuevo peso. Sin embargo, a mediano y largo plazo ¿cuánto estaría ganando la economía y cuánto los colombianos al hacer este cambio? La disminución de los costos de transacción es uno de los beneficios generados, puesto que quienes tienen la tarea de digitar y procesar los datos se demorarían menos, se evitaría el desbordamiento de las cifras en los documentos, haciendo uso más eficiente del espacio, ahorrando papel y tinta, el tiempo de captura de datos también sería menor. Actualmente no hay estudios que den respuesta a cuánto se ganaría; sin embargo, en 2001 el Ministerio de Hacienda estimó que la disminución en los costos de transacción al hacer este cambio representarían entre el 0,1% y el 0,5% del PIB de servicios del país, valor que es muy significativo. Es evidente que los gastos se cubrirían con los beneficios, tal vez no con los obtenidos en el primer año pero sin duda con los obtenidos a mediano plazo. Este es un proyecto beneficioso para la ECONOMÍA del país y para el tiempo invaluable que ganaremos los colombianos como activo principal de nuestras actividades.