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ANALISTAS

Cuando no funciona la teoría económica, ni la imaginación

miércoles, 23 de enero de 2013
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Qué pasa cuando se han agotado las herramientas de política monetaria para incentivar a las economías y las políticas fiscales llevan al borde del abismo de deuda soberana y a tremendos huecos fiscales? Esto es lo que está sucediendo en Europa, Estados Unidos y Japón.

 
Esa es la pregunta que se están haciendo todos los macroeconomistas teóricos en el mundo, especialmente los académicos ajenos a los bancos centrales que siguen empeñados en el buen funcionamiento de los modelos de equilibrio general.
 
La crisis de 2008 fue anticipada por muy pocos economistas, entre los cuales se encuentran Robert Schiller de Yale y Nouriel Roubini de New York University. Pero ningún banco central la anticipó aun teniendo la mejor información disponible. 
 
La cuestión es que los modelos de equilibrio general que utilizan todos los bancos centrales en el mundo “no sirven para anticipar las crisis económicas” y cuando las tasas de interés están en cero, aún menos.
 
En general los modelos macroeconómicos de comportamiento pierden su poder predictivo cuando las tasas están en cero y cuando los huecos fiscales hacen que las políticas fiscales lleven al máximo control del gasto público. 
 
¿Será por eso que ahora todos los economistas se dedican a la microeconomía?
 
Lo cierto es que después de la crisis del 2008, los bancos centrales se dedicaron a hacer enormes expansiones monetarias vía Quantitative Easing (QE), como en Estados Unidos, a enormes compras de bonos de deuda como en Europa y a grandes estímulos monetarios dirigidos a ciertos sectores como en Japón. Sin embargo, las economías no responden.
 
¿Quién se está quedando con esas enormes expansiones monetarias? ¿Los especuladores? ¿Los hedge funds? ¿Los bancos en los paraísos fiscales? ¿Los políticos? ¿Las grandes multinacionales?
 
El problema de estas expansiones monetarias es que no llegan a los sectores que generan empleo, es decir, a las medianas y pequeñas empresas. El desempleo sigue disparado mientras las medianas y pequeñas empresas tienen un acceso restringido a los créditos (debido precisamente a la crisis).
 
El mercado de capitales a nivel mundial favorece a los grandes fondos de cobertura (especuladores), al sector financiero especulador, a los inversores en bonos de deuda soberana de los países  y a las grandes empresas que cotizan en bolsa. 
 
Las grandes empresas a nivel mundial tienen la opción de negociar con sus acciones o emitir bonos de deuda. Pero las pequeñas y medianas empresas no tienen muchas opciones de financiamiento y menos aun acceso al mercado de capitales.
 
Las grandes empresas pagan muy bajos rendimientos por sus bonos, mientras las medianas y pequeñas empresas pagan altísimos intereses por los créditos.
 
Un problema complicado de resolver es que muchas de las mayores transacciones de las empresas grandes se hacen en paraísos fiscales (Colombia no es la excepción). Por eso en la reciente reforma tributaria se le dan herramientas a la Dian para tratar de resolver este tipo de evasión tributaria. Si las empresas grandes y las multinacionales tributaran lo que deben tributar entonces sería más fácil para los países resolver los abultados déficits fiscales.
 
Por todo lo anterior se deduce lo que los países deben hacer para contrarrestar los abultados déficits fiscales y crear ingresos, dado que las herramientas monetarias no funcionan:
 
1. Que las grandes multinacionales, empresas y multimillonarios tributen proporcionalmente a sus ingresos.
 
2. Se deben controlar las inversiones en los paraísos fiscales.
 
3. Se deben crear líneas de crédito baratas para las medianas y pequeñas empresas, que son las que generan empleo.
 
4. Una estricta regulación financiera que haga que este sector cumpla con su misión de impulsor del sector real de las economías y que pague impuestos proporcionales a sus ganancias.

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