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Liberar estrés rompiendo cosas es una acción peligrosa, pero ahora, hay una forma segura y controlada de hacerlo a través de empresas que se alimentan de la rabia
Un modelo de ejercicio no solo físico, sino también mental, está detrás de una tendencia que ya es común en otros países, y en Colombia aún es una novedad. Se trata de los “anger rooms” o “cuartos de la ira”, que son salas lúdicas equipadas para que las personas puedan liberarse del estrés rompiendo una cantidad de objetos de forma segura.
Y como el estrés es una emoción casi que natural del ser humano, precisamente, a esa necesidad de contrarrestarla, es el objetivo que cubren estos cuartos de la rabia que ya funcionan en varios sitios de Estados Unidos, España, Canadá, México, Chile o Australia.
Para hacerlo, lo primero que hay que saber es que en estos espacios lo que se busca es que todo se pueda: desde arrojar botellas de vidrio contra la pared, pegarle a un saco de box o hasta destrozar todo tipo de objetos con bates. Dado esto, deben ser lugares seguros y controlados.
Si le llama la atención, debe empezar por hacer un conteo de presupuesto e insumos para montar uno (ver gráfico).
Fácilmente, con la adecuación más apropiada, usted puede tener un salón de la ira aún en el mismo lugar donde hace ejercicio, o en algún cuarto pequeño que ya no tenga algún uso significativo.
La dotación básica de seguridad para las personas que hacen uso del plan está detrás de los cascos, caretas o gafas de protección, más los insumos para la experiencia como costal de box, bates o electrodomésticos, podría suponer una inversión inicial de más de $4 millones.
Y es que detrás de estos escenarios, en otros países, normalmente hay un negocio que se vende en promedio entre $90.000 y $1 millón, todo, dependiendo del tiempo de duración, los objetos a romper y si se desea agregar una temática como que, por ejemplo, la habitación simule ser una oficina, una cocina o estar adornada como si fuera navidad.
Este disruptivo modelo de negocio podría ser desde un lugar privado de entretenimiento, hasta un servicio para ofrecer a empresas. En México, por ejemplo, quienes tienen estos lugares ya ha transcendido a otras áreas como cuartos de ira móviles en festivales musicales, eventos masivos y fiestas corporativas. Pero más allá de eso, romper algo, puede ayudarle a combatir el estrés laboral o por alguna otra razón sin hacerle daño a nadie.
La propiedad tiene 3.500 pies cuadrados de espacio renovado por expertos, sala de cine, un gimnasio y paneles solares en los tejados
Establecimientos como Luisa Brun Chocolatería, Castellana 104 y Chocolatería de Lupe son por nombrar algunos de los que se alistan para ofrecer sus huevos de chocolate
El contenido tuvo éxito en varios países, y revela parte de lo que significa competir en el mercado del emprendimiento para levantar capital