MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
Este es un buen año para renunciar a una cena tradicional en un restaurante y considerar la posibilidad de celebrarlo con dulces
Celebrar San Valentín tiene un coste elevado este año. A pesar de haber bajado ligeramente, la inflación en el Reino Unido sigue siendo de un sorprendente 10,5%, y eso se nota en los altos precios de los restaurantes.
Este año, una cena para dos personas en el River Cafe cuesta a partir de US$225, y eso que se trata de una caja para llevar. En resumen: para los que se preocupan por el presupuesto, es un buen año para renunciar a una cena tradicional en un restaurante y considerar la posibilidad de celebrarlo con bombones.
El problema para los aficionados a San Valentín es el mismo de todos los años: la oferta de bombones en el Reino Unido es imposible de encontrar, y su precio oscila entre un par de libras y cajas de lujo que cuestan más de 100 libras (US$121,37)
Para ayudarle a elegir entre la miríada de opciones de color rojo brillante, Bloomberg ha recurrido a la ayuda del chef Matthew Ryle. Su restaurante londinense, Maison François, en St James, ha sido uno de los más populares de la ciudad desde su apertura en 2020. Ryle es un fan incondicional del chocolate; de hecho, uno de los platos más vendidos en su restaurante es la deliciosa tarta de chocolate, que llega a las mesas en un llamativo carrito de postres.
En nombre de la armonía de San Valentín, Ryle probó a ciegas 11 marcas de chocolate. Su clasificación se basa tanto en el sabor del chocolate como en el envoltorio, que va desde el deslucido al llamativo terciopelo rojo.
Buenas noticias para los que quieren tocar la fibra sensible sin gastar mucho dinero: Algunas de las opciones más asequibles estaban entre las favoritas del chef. M&S se situó por encima de la alabada marca belga Neuhaus. Aunque fue un fabricante de dulces belga, Pierre Marcolini, quien se hizo con el puesto nº 1.
Aquí, Ryle elige sus bombones favoritos, desde el último puesto al mejor de la muestra.
Coste: 30 £ (US$36,41) por 230 gm
En el último puesto: El chocolatero italiano Venchi, que vende bombones envueltos individualmente en una caja de cartón dorada con forma de corazón.
A Ryle no le impresionó el aspecto de los caramelos envueltos en papel de aluminio, que daban la impresión de ser productos de gran consumo. Aunque pensó que el chocolate era de calidad decente, el sabor general de las trufas rellenas de ganache, que vienen tanto oscuras como de leche, le pareció amargo y ácido.
Coste: 40 libras (US$48) por 260 gramos
Aunque a Ryle no le encantaron los bombones de esta marca británica con solera, sí apreció la extravagante caja: un corazón de terciopelo rojo brillante, atado con una cinta blanca con volantes, que obtuvo buenas notas en la presentación de San Valentín. "Probablemente lo compraría como regalo", dijo.
Pero el chef se mostró crítico con el contenido, que incluye una mezcla de bombones rellenos de chocolate con leche y chocolate negro. La textura de un sólido bombón agridulce no le impresionó: "No tiene esa sensación en boca súper suave".
Coste: 4 libras (US$4,85) por 360 gm
La Bandeja de Leche, presentada con un envoltorio de temática navideña sobre la habitual caja morada, es buena para los fans del alimento básico británico, y para la gente que busca un regalo por menos de 5€. La fina caja de cartón no es nada del otro mundo, como tampoco lo es el chocolate. "Es arenoso y noto que tiene trocitos de azúcar", dice. "Está bien, pero no es muy agradable".
Coste: 52 libras (US$63,11) por 500 gm
Ryle juzgó que la caja más cara, del estimado chocolatero belga Neuhaus, era de una clara alta calidad. Tenía una nota ligeramente ácida, que para él equilibraba el dulzor. Y apreció la textura de la golosina rellena de ganache, con su fina cáscara crujiente. El envase, sin embargo, fue una decepción, sobre todo por el precio: La mezcla de formas de chocolate se amontona en una sencilla caja de cartón forrada de papel rojo, que desmiente el precio. "Parece una caja de delicatessen con envoltorio navideño", dice.
Coste: 40 libras (48,55) por 520 gm
Esta sencilla caja con forma de corazón rojo es de una lujosa marca británica con sede en Kent que se vende en Selfridges, entre otros lugares. Contiene la friolera de 53 trufas de sabores que van desde el afrutado mango maracuyá hasta el caramelo salado y el dulce chocolate blanco. A Ryle le gustó el intenso chocolate de la cáscara y el contraste con el denso relleno: No le gustó la cobertura de cacao de algunos de los bombones, que dejaba un regusto seco.
Coste: 30 libras (36,40) por 159 gm
El omnipresente fabricante de chocolate con la reconocible caja dorada ofrece 13 caramelos caros rellenos de ganache y praliné. Pero el producto es fiable, dice Ryle. Los bombones, de buena calidad y textura suave, se presentan en diversas formas con rellenos como praliné de avellana y ganache de café. Ryle valora positivamente el sabor de la selección agridulce: "Un agradable punto intermedio entre el chocolate superoscuro y el de leche".
Coste: 10 libras (US$12,14) por 300 gramos
La selección del supermercado -una sencilla caja roja en forma de corazón decorada con un elegante lazo rosa y azul- tiene un aspecto sencillo impresionante, dado su precio, juzgó Ryle. Le gustó el chocolate del interior, una mezcla de corazones de fresa blanca, trufas Marc de Champagne y trufas de caramelo salado. Su elección son los corazones de chocolate negro con un centro de ganache casi cremoso y perfumado a vainilla.
Coste: 28 libras (US$33,98) por 200 gm
Estos bombones, de la lujosa tienda del norte de Londres, vienen en una caja rectangular verde con letras doradas, un alivio para quien ya haya visto suficientes corazones rojos. La selección mixta de 18 trufas incluye sabores atrevidos como praliné de pistacho salado y rosa-frambuesa. A Ryle le impresionó la sensual textura del chocolate que se derrite en la boca, aunque el bon bon de chocolate con leche le pareció demasiado dulce. En general, es un fan: "Es uno de esos chocolates súper sabrosos que te dan ganas de comerte toda la caja".
3. Butlers, Caja Selección Trufa Rosa
Coste: 9 libras (US$10,92) por 200 gm
Ryle aprueba los bombones de esta caja de precio razonable de la marca irlandesa, que se vende en lugares como Waitrose y Selfridges, con sabores como escamas de leche y caramelo crujiente. Le gustó la presentación de las trufas, que parecen bañadas y acabadas a mano, lo que hace que su aspecto sea, dice, "imperfecto, pero eso lo hace un poco más perfecto". A Ryle también le gustó la proporción de relleno y chocolate. La cobertura añade una doble capa de chocolate en el exterior. Por desgracia, la anónima caja cuadrada rosa delataba su modesto precio, dice.
14,50 libras (US$17,60)por 150 gramos
Estas trufas en forma de corazón de la omnipresente cadena británica están decoradas en varios tonos de rosa y rojo con una variedad de rellenos como frambuesa y melocotón, cuajada de limón y gianduja oscura. Ryle sintió nostalgia por el chocolate extremadamente suave; le recordaba el sabor de un bombón de una preciada caja en Navidad. La decepción, para San Valentín, fue la caja anónima, que parece que alguien se olvidó de que era San Valentín hasta que estaba de camino a casa.
17 libras por 64 gm
El ganador absoluto: los deliciosos dulces del chocolatero belga Pierre Marcolini. Dentro de la elegante lata en forma de corazón hay bombones bien elaborados y sofisticados, como un corazón de praliné de avellana con virutas de avellana, una selección de chocolate con leche y yuzu y un caramelo de chocolate aromatizado suavemente con pimienta timut. El veredicto de Ryle: "Un chocolate como Dios manda".
Las residencias principales de lujo de 100 metros cuadrados (1.100 pies cuadrados) cuestan actualmente alrededor de 10.000 euros (US$10.696) por semana
Durante el evento, organizado por la Cámara Colombiana del Libro (CCL), en conjunto con Corferias y más actores, convergieron editores, distribuidores, libreros y otros de la industria del libro
En el evento habrá un circuito al aire libre de más de 4.000 metros cuadrados con exposición, y un boulevard de tiendas
