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Después de sobrevivir a la pandemia del covid-19, este restaurante vio nuevos horizontes en las playas de la Heroica
Hay algo en la cocina tipo nikkei que no solo está cautivando a los colombianos, sino también a los comensales del mundo. La fusión de los sabores del Pacífico, específicamente de la gastronomía peruana y japonesa, han consolidado matrimonios como el del salmón fresco con el ajonjolí, o deleitado a cientos de miles con el delicioso teppanyaki.
El éxito de estos platos ha llevado de la mano el crecimiento de Niku, que abrió en marzo su nueva sede en el Centro Histórico de Cartagena, muy cerca a la plaza Santa Teresa.
“La oferta gastronómica del restaurante es completamente diferente a lo que ofrece la ciudad actualmente y se pone a la altura de las tendencias globales con una propuesta culinaria, de bebidas y entretenimiento exclusiva, disruptiva y multisensorial”, explicó el gerente general del restaurante, Daniel Gómez.
Niku es originario de Medellín, ciudad en la que inauguraron la primera sede en 2017. Después de sobrevivir a la pandemia del covid-19, esta cocina vio nuevos horizontes en las playas de la Heroica, en donde aterrizaron con su sashimi, sushi y ceviches.
Varios de los platos del menú cuentan con toques frutales que pretenden ‘colombianizarlos’ con sabores tropicales propios del país, resaltando las frutas y los productos colombianos.
Además, los amantes de la parrilla pueden deleitarse con cortes de carne angus tipo New York, rib eye, picanha y otras preparaciones como el lomo salteado, bañado en salsa ponzu y de tamarindo, y el solomito encostrado con quinoa y miel.
“Esta es nuestra apuesta por el turismo de lujo nacional e internacional que visita Cartagena, así como por la sociedad local de la capital bolivarense”, recalcó Gómez.
Para este año, Niku apunta a seguir recibiendo “la buena acogida” que han tenido en Cartagena, así como a terminar la segunda planta del restaurante.
Al lanzamiento asistieron importantes figuras de la vida nacional, entre ellas Luís Carlos Sarmiento Angulo, quien hizo el prólogo de la obra