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Andrew “the Annihilator” Ngai fue el ganador de este año
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El software de hojas de cálculo de oficina ha generado muchas filas de fanáticos de los datos que ven a Excel como un deporte
En un llamativo hotel en el famoso Strip el sábado por la noche, Andrew “the Annihilator” Ngai corrió por una pasarela de la arena con las manos en el aire y irrumpió en el escenario ante los gritos de los fanáticos. Su dos veces campeonato mundial estaba en juego.
El australiano no lo sabía, pero en cuestión de minutos, aparentemente le arrebatarían la victoria, todo debido a un problema informático. Esto parece apropiado, ya que Ngai estaba jugando para ser el mejor en Excel competitivo, lo cual es algo real.
Para muchos, Excel es algo que se debe evitar después del horario laboral. Pero el omnipresente software de hojas de cálculo de oficina ha generado filas de fanáticos de los datos que ven a Excel como un deporte. Y aquí estaban en la mesa más grande de todas: el Campeonato Mundial de Microsoft Excel, celebrado en el HyperX Arena Las Vegas en el Luxor Hotel & Casino.
Los contadores de frijoles del mundo finalmente obtuvieron el respeto que merecen, con una multitud de nerds de los modelos financieros que se deshacen de distracciones mundanas de Las Vegas, como un concierto de U2, un partido de la NBA y el rodeo, para ver a los atletas de Excel sentarse frente a las computadoras en el escenario y " hoja de cálculo” como si no hubiera un mañana.
El equipo que organizó el evento fusionó de manera experta alboroto y deslumbramiento, con un locutor en el escenario estilo "¿Estás listo para la pelea?", Stephen Rose, consultor y ex empleado de Microsoft, y comentarios en color de Jon Acampora y Oz du Soleil. Ambos formadores de Excel.
En un momento, Rose presentó con tanto entusiasmo al concursante Diarmuid Early, un doctorado en ciencias de la computación. Conocido como el LeBron James de Excel, tuvo que hacer una pausa y recomponerse. "Necesito un poco de agua después de LeBron", dijo.
Otro concursante, Brandon “B-Money” Moyer, corrió por la pasarela dándose azotes como si fuera un caballo de carreras premiado.
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