Estos son algunos de los restaurantes ocultos recomendados en Bogotá, París y Omaha

Comer no solo implica tomar un bocado y llenar el estómago, sino que se basa en toda una experiencia que va desde buscar un restaurante, el ambiente, la iluminación, el tipo de decoración hasta los olores.

Pasando esa barrera básica, el que no se pueda encontrar un lugar a simple vista fue uno de los puntos a favor de los restaurantes o bares llamados clandestinos o escondidos, y son una oportunidad ideal para hacer de fechas como Navidad o fin de año, algo más especial.

Aunque esta tendencia nace en Estados Unidos, las calles bogotanas hace unos años fueron acoplándose para recibir este tipo de restaurantes. Oculto es uno de ellos, y su chef y creador David Orozco, aprovechó una típica casa rola para crear cenas “sorpresa” y clandestinas.

Para estas épocas, Orozco afirma que “se debe sacar con anterioridad este espacio en el que se puede ofrecer pavo, arroz de almendras, vegetales rostizados, tamalitos, picaditas típicas, torta de chocolate y buñuelos con natilla fundida”.

Pero pasado fronteras hay otras opciones. En Estados Unidos, puntualmente en Omaha, se encuentra Wicker Rabbit un restaurante que solo se encuentra entrando al Hotel Deco XV y buscando entre los estantes de la tienda de cigarrillos y licores Looking Glass para encontrar la entrada secreta.

En la ciudad del amor, una casa que parece abandonada es el lugar ideal para celebrar estas cenas. Se trata de Derrière un lugar que fusiona arte, moda, privacidad y a las celebridades del momento con diferentes ambientes en una sola casa.

Oculto- Bogotá

David Orozco destaca este lugar como un “salón de experiencias gastronómicas” y semanalmente crea menús con chef invitados e ingredientes que los comensales solo conocen cuando se les sirve.

Wicked Rabbit

Un lugar centrado en ser un bar inolvidable en Omaha en Estados Unidos, se esconde detrás de un estante de tienda de licores, pero en el interior lujoso con mesas doradas y comida de selección.

Derrière- París

En una casa abandonada está este lugar en el que, además de comida y bebidas exclusivas, los comensales deben bañarse las manos en una bañera, fumar en un armario y jugar ping-pong esperando.