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“Qué maravillosa coincidencia. Ya ha comenzado la película de la paz donde todos los colombianos están invitados a su rodaje. Este es el primer Ficci sin guerra”, sentenció en la ceremonia inaugural Juan Manuel Santos, presidente de la República, quien da su propia visión del conflicto armado en esta producción “made in Colombia”.
La responsable de unir durante unas dos horas en la pantalla grande a voces de ambos bandos fue la periodista Natalia Orozco, quien dirigió este documental el cual estuvo financiado por el canal francés Arte, RCN Televisión, Pulso Mundo y Alegria Films.
“Fueron cuatro años de intenso rodaje donde los negociadores tuvieron la posibilidad de expresarse. Los actores de la guerra se convirtieron en los personajes de una película de paz. Filmamos 400 horas de material y contamos con una inversión de US$400.000”, comentó Orozco.
Después de medio siglo de lucha armada, este documental realiza un seguimiento íntimo de los comandantes de las Farc como Timoleón Jiménez, Pablo Catatumbo y Pastor Alape y de los voceros de la delegación del Gobierno donde aparecen Humberto de la Calle, Sergio Jaramillo, Frank Pearl y el general Óscar Naranjo.
“En todo momento tuve sentimientos encontrados. El reto era tratar de entender a cada uno de ellos sin justificar ni juzgar. Fue complicado que la guerrilla pudiera confiar en mí, eran muy cerrados”, admitió la directora del documental.
En él, los espectadores podrán encontrar desde imágenes inéditas de combates hasta momentos de conversaciones decisivas entre las partes o más distendidos con la delegación guerrillera disfrutando de un partido de la Selección Colombia en el Mundial de Brasil.
“Considero que tiene un valor histórico inmenso. Me obligó a reconsiderar lo que estaba viviendo. Creo que va a quedar para el futuro. Tiene una serie de valores que hacen del acuerdo de paz, una oportunidad para el pueblo colombiano”, indicó Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en el proceso de paz.
El comandante guerrillero Pastor Alape, quien acudió a la rueda de prensa del documental, explicó a los medios que fue una tarea difícil confiar desde un principio en la periodista. “Se trata de un escenario muy simbólico. Nuestra presencial en el Ficci deja entrever mucho más que estamos comprometidos con el proceso de desarme”, dijo Alape.
En este año, el festival quiso hacer un guiño al proceso histórico de paz que vive el país a través de un programa especial denominado “La Guerra y la Paz”.
Diana Bustamante, directora ejecutiva del festival, le contó a este medio que habrá una selección de ocho largometrajes y cuatro cortos enfocados en conflictos armados y procesos de reconciliación alrededor del mundo.
Entre ellos, estarán largometrajes documentales como el español El Fin de ETA (2017) de Justin Webster; Long Night’s Journey Into Day (2000) de Deborah Hoffmann y Frances Reid; o A Syrian Love Story (Reino Unido, Francia, Siria, 2015) de Sean McAllister.
También, se proyectarán largometrajes de ficción como La Impresión de una Guerra (2015) de Camilo Restrepo, ganador como mejor cortometraje en la anterior del Ficci; o Resistencia en Paz (2017) de Edison Sánchez, sobre un sobreviviente hace de la tragedia de Bojayá.
“Es una año de retos para la gestión cultural. Por eso, hemos querido incluir la paz en nuestro festival”, dijo Lina Rodríguez, directora del Ficci.
Lanzamiento de “Cine al Sena”
En el marco del Ficci, se realizó el lanzamiento de “Cine al Sena”, una estrategia creada desde la Coordinación Nacional del Aprendiz en alianza con Bogoshorts, para visibilizar los contenidos audiovisuales realizados en 12 regionales con formación técnica del sector audiovisual en el país. A la fecha, los resultados son 32 cortometrajes. “Buscamos ofrecer oportunidades para todos los sectores ”, afirmó Juan Pablo Castro, director nacional de promoción y relaciones corporativas del Sena.
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El valor estimado de venta oscila entre US$800.000 y US$1,2 millones y se hará en las Galerías Arader en la ciudad de Nueva York
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