El Carnaval de Barranquilla se proyecta como industria creativa y un motor económico

En el panel de apertura del foro “La gran industria creativa del Carnaval de Barranquilla” participaron Paul Peláez, director de Economía Social de la Cámara de Comercio de Barranquilla; José Francisco Aguirre, director de la Fundación Santo Domingo; y Remberto De La Hoz, director de Bienestar Universitario de la Universidad Simón Bolívar, quienes ofrecieron un completo panorama del Carnaval desde la mirada de los distintos actores que lo hacen posible, como los hacedores, artistas y gestores culturales.

La conversación inicial giró en torno a cómo el Carnaval se ha convertido en una industria para la prosperidad de la ciudad. “Hace un par de años venimos trabajando en entender la fiesta y la realidad barrial de nuestros hacedores. Desde la Cámara hemos entendido la necesidad de ver el Carnaval como una industria que genera un impacto económico muy importante”, dijo Paul Peláez.

Esto se contrastó con lo planteado por José Francisco Aguirre, quien recordó que uno de los hitos clave en la consolidación del Carnaval fue la creación de Carnaval S.A. en 1992, una sociedad público-privada impulsada por la Cámara de Comercio, la Fundación y la Alcaldía, con el objetivo de organizar y administrar la fiesta.

Remberto De La Hoz dio continuidad a la charla con una reflexión sobre el rol de la academia. Señaló que es fundamental que las instituciones de educación superior se conecten con las realidades del entorno y respondan a las necesidades del sector cultural, destacando que aún falta formación cualificada en la industria creativa.

Trabajo en la formalidad

Cuando se abordó el tema de los emprendimientos alrededor del Carnaval, los tres panelistas coincidieron en que artesanos y artistas son expertos en lo que hacen. Sin embargo, señalaron que aún existen barreras, especialmente en materia de formalización. Paul Peláez destacó que uno de los principales retos es mejorar la infraestructura para que los hacedores puedan desarrollar sus ensayos y trabajos en mejores condiciones.

José Aguirre, por su parte, planteó la necesidad de pensar cómo pasar de una fiesta a una verdadera industria. Enfatizó que la inversión es una herramienta fundamental para lograrlo y resaltó que en 2025 se destinaron $24.000 millones al Carnaval, y con la estrategia Carnaval 365 esa cifra ascenderá a $30.000 millones, un salto significativo frente a los $9.000 millones invertidos en 2019.

“Hay unos retos muy grandes alrededor del fortalecimiento de la organización Carnaval de Barranquilla, de los escenarios, pero sobre todo en la generación de capacidades de los diferentes grupos, es una meta que la estamos trabajando”, destacó Aguirre.

La conversación cerró con un llamado desde la academia, resaltando la necesidad de brindar mayor apoyo institucional a quienes hacen parte del Carnaval desde sus raíces. Remberto instó a fortalecer el vínculo entre los jóvenes interesados en la fiesta y el crecimiento del Carnaval, destacando que la universidad actúa como un canal que conecta esas bases con el desarrollo futuro de esta manifestación cultural.